LA PATRIA | MANIZALES

La Sijín capturó en diciembre a 12 integrantes de una supuesta banda de estafadores que suplantaba la identidad de docentes y les hurtaba dinero a bancos y a cooperativas de la ciudad a su nombre.

La investigación, que duró 15 días, estableció en ese momento que los engaños llegaban casi a los $1.000 millones. Al parecer, serían unos 50 casos de suplantación y estafa.

Pero las víctimas no fueron únicamente los docentes caldenses. Esta red criminal llegaba hasta el Huila, Antioquia, Cundinamarca, las costas pacífica y atlántica, Norte de Santander y los otros departamentos del Eje Cafetero.

Según se determinó tras la etapa investigativa, el líder era alias Salas, a quien le dieron medida de aseguramiento intramural en la cárcel La Blanca de Manizales.

Medida revocada

En la justicia, los tiempos son ajustados. La audiencia preliminar de imputación de cargos fue el 5 de diciembre, según el juez penal que leyó la decisión ayer, en segunda instancia, tras la apelación de la defensa de Salas.

Desde ese día empezó el conteo regresivo, pues la Ley 1786 del 2017 establece que los términos vencen si se le estableció medida de aseguramiento y a los 60 días no se ha presentado el escrito de acusación.

Salas solicitó libertad el 26 de agosto de este año, y justo dos días después, la Fiscalía presentó el escrito de acusación, en la tarde del 28. Pasaron entonces 159 días entre la imputación y la formulación de la acusación.

A pesar de que las condiciones estaban dadas para que se revocara la medida, el juez en audiencia preliminar mantuvo a Salas privado de la libertad, por lo que su defensa apeló.

El caso pasó a las manos de un juez de conocimiento que les dio la razón, revocó la decisión del juez en primera instancia y le concedió la libertad, bajo ciertas condiciones, al implicado.

Así operaban

• Buscaban a sus víctimas en bases de datos del magisterio, en Internet o engañando a otras entidades vía telefónica para conocer, incluso, la capacidad de endeudamiento.
• Identificaban a las víctimas para falsificar documentos y verificaban la información.
• Se reunían para determinar las ciudades en donde actuarían, suplantaban al docente y aportaban los números telefónicos de verificación para evadir los protocolos de las entidades y así lograr el desembolso del dinero.