LA PATRIA | MANIZALES

Cuatro años de condena recibió Juan Mauricio Díaz Zuluaga, de 31 años, ingeniero y exempleado del Banco Agrario de Riosucio, por engañar a cinco personas a quienes les hizo firmar documentos para adquirir créditos. Él se quedó con el dinero.

El Juzgado Penal del Circuito de Riosucio lo sentenció recientemente, pues la Fiscalía y la defensa hicieron un preacuerdo. Díaz Zuluaga pagó todos los créditos para poder acceder al beneficio, de lo contrario no hubiese recibido esa rebaja. Cuando supo que lo investigaban se escapó para Argentina.

Por el monto, el juez le debió conceder la suspensión condicional. Eso quiere decir que deberá comportarse bien y acudir ante las autoridades cuando lo requieran.

Díaz Zuluaga afrontó un proceso por falsedad ideológica en documento público, falsedad material en documento público y aplicación fraudulenta de crédito oficialmente regulado.

La Fiscalía narró en audiencia: No se trata de un único evento, sino de un accionar sistemático y reiterado desplegado durante 2011 y 2012 por un empleado del Banco Agrario, sede Riosucio. Se valió de su posición para conseguir, mediante artificios y propuestas indebidas, que cinco personas del pueblo se acercaran a las instalaciones de la entidad financiera con la idea de recibir un supuesto subsidio estatal y/o obtener una remuneración por colaborarle a obtener un préstamo.

La realidad, según el ente acusador, era que todos estaban adquiriendo un crédito en nombre propio con el Banco, el cual desembolsó a cada uno de ellos en cantidades que oscilaban entre los $5 millones y $7 millones (ver recuadro).

"Finalmente no llegaron a manos de las personas, sino que fueron recibidos por el inescrupuloso empleado, de quien se conoció además que para tal proceder creó documentos que dieran apariencia de legalidad a los créditos oficialmente otorgados".

El primer preacuerdo no lo aceptó el juez, pues consideró que también había peculado por apropiación, pero la defensa de Díaz Zuluaga apeló ante el Tribunal Superior de Manizales, que le dio la razón al sindicado. Indicó que el dinero ya no era del banco sino de las víctimas.

Tumbes

• A un afectado le dio $100 mil por "el favor" de firmar un crédito por $1 millón 800 mil. Días después lo llamó para registrar una clave y poder activar la tarjeta débito, avisándole que el crédito había sido aprobado por $5 millones.
• El engañado, en diciembre de 2014, se enteró de que el préstamo presentaba un retraso de varios meses y terminó enterándose de lo que hizo el empleado.
• Otro afectado añadió que cuando le aprobaron el auxilio salió feliz para la casa y que Díaz Zuluaga lo alcanzó y le preguntó que si conocía más personas humildes para que les dijera lo de la ayuda. Le recomendó a una mujer y le pasó lo mismo. Incluso, ella fue a hacer un préstamo y le respondieron que no se podía, que tenía otro de $3 millones y que estaba en mora.
• A otro le manifestó que el Gobierno le había otorgado una ayuda de $180 mil, la reclamó, pero después resultó atrasado en un crédito por $6 millones.