LA PATRIA | Manizales
Las cifras, independiente de las contradicciones entre las que manejan la Nación y el Departamento, son por sí solas un golpe bajo, muy bajo, a la dignidad humana: en Caldas se trabaja en la actualidad con la base de que hay 288 mil 479 personas que viven en la zona rural, de la cuales 249 mil 216 (86 %) no tienen servicio de agua potable. Apenas 39 mil 263 habitantes (14 %) de quienes viven en veredas y corregimientos disfrutan del líquido tratado.
Para el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, en la zona rural de Caldas el 60 % de la población consume agua purificada. De todas maneras reconoce que el campo en Colombia está muy mal en cobertura y calidad del líquido.
La Dirección Territorial de Salud de Caldas que analiza con muestras el 80% del agua rural corrobora que apenas el 15% accede a líquido apto para consumo humano.
En todo caso, los datos riñen con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en los que el país está comprometido con otros 180 países. En un estudio efectuado por la Universidad Autónoma de Manizales en 2007 sobre estos propósitos se concluyó que el índice de desarrollo humano del Departamento, cuya población es de 978 mil 362 habitantes, es bajo en relación con el promedio nacional.
Por eso recomendó que para mejorar debe, por ejemplo, aumentar el índice de longevidad, lo que implica inversión en salud, reducción de criminalidad y saneamiento básico, especialmente en agua potable.
Un informe del Plan Departamental de Aguas (PDA) en el 2010 contabilizó 574 sistemas de acueductos rurales, que en su mayoría transportan agua cruda hasta los hogares. Solo seis tenían algún tratamiento para potabilizar.
Esos sistemas de suministro del líquido llegan a 193 mil 82 personas (67 %), lo que significa que 95 mil 397 (33 %) ni siquiera tienen servicio y tienen que cargarlo en baldes desde las quebradas, por ejemplo.
Bien en lo urbano
La crítica situación contrasta con las zonas urbanas. El plan estratégico del PDA 2009-2011 reseñó que la cobertura de agua es del 98,48 % y el suministro de agua potable llega al 96,38 %. Además, en los 27 municipios hay plantas de tratamiento. El ministro Vargas Lleras asegura que en las urbanas el 98,7 % de las personas en Caldas tiene agua tratada.
Ese panorama dejó claro que el gran esfuerzo se debía volcar hacia el área rural, a pesar de que los PDA, bolsa común de recursos entre municipios, departamentos y Nación, nacieron en Colombia en el 2007 con la finalidad, primero, de terminar lo que faltaba en las urbanas para luego pasar al campo.
Caldas logró firmar un acta de concertación con el entonces Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, por lo que la inversión se encamina a beneficiar a miles de campesinos. Con la llegada de Guido Echeverri a la Gobernación se dio un giro en la gerencia del PDA y ahora es manejado de manera directa por la Secretaría de Vivienda departamental.
Héctor Mario Osorio, secretario de Vivienda de Caldas, dice que el objetivo es mejorar la cobertura en infraestructura de acueductos y la calidad del agua. “Esperamos seguir trabajando con los municipios y la Nación en esta bolsa común a través del PDA”.
Osorio explica que gran parte de los recursos del PDA se utilizaron en lo últimos dos años en atender emergencias por daños en acueductos y alcantarillados. “Por eso, la gran inversión en acueductos rurales apenas está por comenzar, basados en los análisis que tenemos”.
Por proyectos
Las metas, miradas en números, indican que en la actualidad hay 43 proyectos viabilizados, con recursos y listos para licitación por 23 mil 808 millones de pesos. Los favorecidos serían 48 mil 409 pobladores del campo caldense.
Las iniciativas incluyen construcción de plantas de tratamientos, mejoramiento de los sistemas de abastecimiento y optimización de las redes. (Ver en infrográfico el recuadro Proyectos aprobados)
Si las metas se cumplen es posible que se pase del triste 14 % con agua potable al 30 %, que sería saltar de 39 mil 263 a 87 mil 672 habitantes.
Otro aspecto que preocupa es que las organizaciones prestadoras de los servicios públicos domiciliarios rurales, según el informe del PDA, están constituidas precariamente, bajo esquemas comunitarios, ya sea a través de asociaciones de usuarios o por medio de las juntas administradoras locales, en el caso de los corregimientos.
Se señala: “las empresas rurales desconocen los fundamentos de ley para la prestación de servicios públicos (misión, visión, control, gestión, planeación, etc.).
Se resalta que 198 de los 574 acueductos rurales han sido asistidos por la Fundación Ecológica Cafetera, adscrita al Comité de Cafetero, clave en la asesoría para operación, mantenimiento y asuntos administrativos.
Mayor impacto
El secretario de Vivienda expresa que la inversión incluye capacitación en manejo contable de los sistemas de tratamientos y entrega de computadores. “En la práctica los acueductos saben que tienen que cobrar el servicio, por medio de facturación, para el mantenimiento y los insumos”.
Agrega que ejecutando los proyectos de potabilización y modernización empresarial se pretende garantizar la continuidad del servicio y la preservación de las inversiones en el tiempo.
Es necesario, como lo dice al Organización Panamericana de la Salud (OPS) que gobiernos y comunidades se comprometan en la prevención y control de las enfermedades de origen hídrico, originadas en parte por las condiciones precarias del acceso al agua y saneamiento básico.
En ese sentido vale la pena destacar lo que dice la OPS, que lleva 110 años hablando sobre el asunto: “ninguna intervención en salud pública tiene mayor impacto en el desarrollo de una nación y en la salud individual y colectiva como la provisión de agua potable y la disposición sanitaria de excretas”.
En las zonas urbanas, sobre todo en las capitales donde están los líderes y autoridades debería quedar claro que lo rural es más vulnerable. En ese sentido no quedaría mal una cruzada, en departamentos como Caldas, para que nuestros niños, jóvenes, adultos y ancianos campesinos tuvieron a la mano agua pura.
Es calidad de vida
Para Jorge Julián Vélez Upegüi, director del Instituto de Estudios Ambientales (Idea) de la Universidad Nacional -sede Manizales-, el agua tratada se relaciona directamente con la salud pública, "evita que haya enfermedades intestinales y de la piel. La calidad de vida implica que no se esté enfermo".
Es enfático en que existe un mal uso del agua purificada, ya que "debería ser solo para el consumo humano, el tratamiento conlleva unos costos". Según Vélez, el agua de menor calidad "debería emplearse para regar las plantas o lavar los carros", y agrega que "incluso el agua de los cultivos no necesariamente requiere de un tratamiento".
"Debe ser un objetivo primordial de la administración departamental mejorar las estadísticas actuales en Caldas".
Para eso sugiere que las políticas se deben enfocar en el manejo de las aguas negras y de alcantarillado, "porque los de abajo toman toda la porquería de arriba. Toda esa basura que los ríos han recogido, como el Cauca y el Magdalena". En este aspecto, el profesor reconoce que hay un avance con el trámite de la planta de tratamiento de Manizales.
Fuentes para ser tratadas
Historias y anuncios
Lea mañana en En Domingo, de LA PATRIA, las historias dramáticas de familias de Caldas que viven sin agua potable o sin siquiera acueducto. También vea ejemplos de buenos sistemas de suministro del líquido. Publicaremos qué piensan hacer el Ministerio de Vivienda y la Territorial de Salud ante la situación. El informe se completa con la manera cómo analizan el agua en el departamento y cómo usted la puede potabilizar en su casa.
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