En Colrosario de Neira estudian con pisos y cielos rotos

Jorge Iván Castaño

LA PATRIA | Manizales

Caminar por el salón de noveno en el segundo piso del Colegio de Nuestra Señora del Rosario, en Neira, es un peligro. Es más, los 30 alumnos al llegar a clase encuentran una cinta amarilla con letras negras que dice varias veces PRECAUCIÓN. Faltan tablas y el piso, sostenido en madera, se mueve. Igual sucede con otras tres aulas del mismo corredor, en el que en total aprenden 80 estudiantes.

Antes de sentarse a recibir clase tienen que esquivar los huecos en una construcción de 1932. El 15 de enero de ese año la institución abrió las puertas a la comunidad por iniciativa del sacerdote José Londoño. La administración quedó a cargo de las Hermanas Dominicas.

El rector Édgar Mosquera indica que el llamado es para la Secretaría de Educación de Caldas, la Parroquia de Neira y otros entes con el fin de que atiendan la situación.

Mosquera comenta: "Que se tomen las medidas de rigor para evitar una tragedia. Son problemas que se pueden solucionar a tiempo. Y que los organismos de prevención de desastres actúen y ordenen el desalojo y que la Gobernación defina lo que se debe hacer".

Gustavo Alzate, de infraestructura de la Secretaría Departamental de Educación, dice que por ley la Administración no puede invertir en instituciones privadas. Que en este caso es la Curia la que debería utilizar los recursos que se pagan por alquiler del plantel para reparaciones.

Un año de arriendo

El colegio es oficial y está adscrito al Departamento. La planta física es de propiedad de la de la Parroquia San Juan Bautista de Neira, que la tiene arrendada a la Gobernación.

Hasta el año pasado operaba en comodato. Eso significa que el gobierno no pagaba por el espacio físico y la Parroquia no recibía nada. En el 2014 acordaron el pago por arrendamiento.

Por eso, se explica, que al no recibir contraprestación en 80 años tampoco había recursos para invertir en reparación y mantenimiento.

La Parroquia, con la plata del alquiler, mejoró dos aulas en la sede anexa. Allí recuperaron techos, paredes y sistema eléctrico. El párroco Julián Alberto Jaramillo dijo que con un año de pago de arriendo es imposible efectuar todas las reparaciones. "Me parece injusta la exigencia, tal vez más adelante miraremos la posibilidad de invertir cuando recojamos más por arriendos".

El rector añade que como el deterioro es apremiante envió un oficio a la Alcaldía, a pesar de que está tampoco puede invertir. Sin embargo, la Administración Municipal reaccionó con instalación de bases, mientras efectúan obras definitivas.

En el Cuerpo de Bomberos explicaron que esos salones están en mal estado por el paso del tiempo y el baharaque deteriorado. "Estamos listos para las revisiones que nos pidan", añadieron.

Dos datos

1.

El colegio Rosario de Neira tiene 1.574 estudiantes en sus tres sedes.

2.

En la sede central son 611 alumnos.

Esquivan huecos

Johan Tabares

Muy grave la situación, mantenemos pendientes de los huecos que hay en el salón. Que eso que tiembla tanto no se vaya a caer.

Quiomara Ocampo

Que tomen medidas rápidas a este problema antes que se presente un accidente lamentable. Los pisos están acabados y llenos de huecos y el salón se mueve mucho cuando uno camina.

Juan Sebastián Valencia

Es preocupante. Mantenemos intranquilos. Nos tocó cerrar una parte para evitar un accidente.