En una edificación de bahareque, en el marco de la Plaza de Robledo, en Anserma (Caldas), se encuentra el taller de restauración de Elsa María Arias Garrido. Gran parte de las imágenes a las que les dedica meses para su restauracion provienen de diferentes parroquias de Caldas y Risaralda.

No obstante, en ocasiones debe desplazarse al lugar de la restauración. Como en esta temporada, cuando debió instalarse durante dos meses en el templo de San Sebastián en Riosucio.

Cumplió un compromiso adquirido con el sacerdote Raúl Antonio Lema, quien lleva nueve años al frente de esa Parroquia. La tarea era recuperar dos ángeles y un Cristo Resucitado. Imágenes que encabezan la procesión del Domingo de Resurrección.

Se trata de tres imágenes que, según las fotografías proporcionadas por el historiador riosuceño Julián Bueno, son imágenes centenarias de gran valor histórico.

Las pistas que permitieron restaurar la imagen como era la original

Al principio, uno de los dos ángeles en madera tenía en sus manos una loza que la restauradora Elsa Arias, en compañía del sacerdote, trataba de descifrar. Fue una fotografía del año 1942 la que permitió establecer que el ángel tenía en sus manos parte de la tapa del sepulcro del Resucitado. La imagen tuvo que ser reconstruida casi en su totalidad.

Según Elsa, por fortuna la madera no presentaba afectación por comején, pero se debieron remover varias capas para devolver la originalidad a cada una de ellas, con mezclas y resinas artesanales de la época.

Lamentablemente es poco lo que se conoce de cómo llegaron las imágenes a este templo y de dónde provienen, pero ya en 1942 se usaban en las procesiones de Semana Santa en Riosucio.

El proceso de restauración se inició a principios de enero de este 2025 y terminó su trabajo a inicios de abril. El sacerdote agradeció la dedicación de Elsa y el profesionalismo que mostró en la restauración.

Los tesoros parroquiales que deben conservarse en los templos 

Ella afirma que ahora hay mayor conciencia de los sacerdotes para conservar y recuperar las imágenes, en lo posible a su estado original. Son ellos quienes tienen la responsabilidad de administrar el patrimonio religioso de las comunidades.

Los sacerdotes están de paso en cada Parroquia, pero muchas de esas imágenes traídas de Quito o España tienen, en muchos casos, más de 200 años de antigüedad.

El llamado es a que cuando se deseen restaurar y recuperar estas obras religiosas no se las entreguen a cualquier persona. Que sean muy responsables en su custodia y que eduquen a sus comunidades para que ayuden a conservar y valorar estas imágenes de valor histórico y artístico.

Las imágenes restauradas saldrán este Domingo de Resurrección en plena procesión del Resucitado, al fin y al cabo ellas también resucitaron gracias a las manos artísticas de la ansermeña Elsa María Arias Garrido.

Utilizar materiales propios de la época de las imágenes también les devuelve lozanía.

Uno de los ángeles, ya terminado el proceso de restauración.

Los daños eran evidentes en las imágenes.

Fotografía de 1942, que permitió identificar todos los elementos para la mejor restauración.

Parte del sepulcro es lo que sostiene el ángel, ya restaurado.

Antes de la restauración, la mano de un ángel estaba destruida.