Manuel Valencia y Óscar Veiman Mejía

LA PATRIA | Manizales

La Dorada, en una lógica de desarrollo juicioso de planeación, debería tener por lo menos terminal de transporte intermunicipal, una amplia y adecuada red de servicios públicos, un proceso de expansión alejado del río Magdalena. El puerto también debería tener más avenidas y sitios organizados para el comercio y la industria. En fin, la lista es larga y de golpe permite visualizar el avance paquidérmico en un municipio que, como veremos más adelante, tiene tremendo caudal de posibilidades de desarrollo.

La mención de esas grandes necesidades viene al caso al subrayar lo que está por venir para una población, de casi 100 mil habitantes, que al decir de expertos en desarrollo territorial, podría estar entre las tres ciudades más importantes de Colombia a 20 o 30 años.

Basta con mirar que el tren del norte está listo, falta que comience operación. La recuperación de la navegabilidad del río se acerca con los contratos de dragado. Las conexiones viales a Manizales, Bogotá y al Caribe se agilizan por ejemplo con la Ruta del Sol. Fuera de eso, ya se habla de la opción de convertir el aeropuerto militar de Palanquero en una terminal mixta de carga y pasajeros.

¿Qué tal si todo eso se diera hoy? Esa multimodalidad seguro tomaría a los doradenses, como dicen por ahí, con los pantalones abajo.

Muchos municipios en sus catálogos de turismo hablan de ubicación privilegiada, que en la mayoría de casos es algo no muy exacto. En cambio La Dorada realmente es favorecido, en ese sentido geográfico, pues nadie duda en decir que es el Corazón de Colombia o la Glorieta Nacional. Por eso, muchos proyectos nacionales convergen allí.

Sin embargo, es a la vez epicentro de una ya histórica y acalorada disputa política, que lo ha distraído de la esencia de desarrollo a cambio de pobreza y de dificultades de diversa índole social, producto del desgreño administrativo y por consiguiente de procesos lentos.

El Partido Liberal, desde los tiempos del fallecido senador Renán Barco, y el de la U (Movimiento del Pueblo) se enfrascaron en una lucha de poder por décadas. Hoy hay un gobierno, presidido por Cambio Radical, que llegó con el reto de poner a andar el sueño de estar listo para lo que se viene.

Lo que sí, paradójicamente, se logró construir con la fuerza de gobiernos de estos tres partidos es el documento que decidirá si el puerto caldense se monta o no en el vagón del desarrollo.

Le tocó a Erwin Arias, actual alcalde, llevar al Concejo el texto final del Plan Básico de Desarrollo Territorial 2013-2027, que consigna lo que podría ser el gran revolcón y el salto al progreso.

El mandatario lo describe: "tomen fotos de La Dorada ya porque en unos años será una ciudad muy distinta a lo que es hoy". Se refiere a construcciones alejadas del Magdalena; a urbanizaciones en el occidente, es decir al otro lado de la Variante nacional; a avenidas; centros comerciales; zona industrial; zona rosa distinta a la actual; la carrilera lejos de lo urbano; edificaciones de hasta cinco pisos...

El Plan además tiene el componente de gestión del riesgo que si se cumple sacará por fin a la localidad del drama que cada invierno traen las inundaciones, dejando a centenares de familias damnificadas.

Arias explica: "esto nos dice: ojo municipio usted tiene que empezar a construir desde ya unas obras de defensa y de protección. Y en estos sectores no me ubique más casas y reubique en otros sitios".

Será la oportunidad para que los doradenses se alejen y a la vez se acerquen al río. Con las obras y la reubicación evitarán tragedias, y con adecuaciones (tipo malecón) y vías les seguirán sacando provecho a la pesca y de golpe al turismo.

La Dorada sale a flote o se hunde, también sentencia el alcalde, al considerar que la herramienta está lista para que La Dorada no se quede aislado viendo pasar el progreso a 80 kilómetros por hora por la Ruta del Sol.

A paso lento

Erwin Arias asumió como alcalde el 1 de enero del 2012 con la promesa en su programa Súmate: haremos la diferencia de alcanzar un municipio con bajos índices de pobreza, con una población educada, saludable y en paz; generando ingresos, con empresas viables social y ambientalmente responsables, que produzcan bienes y servicios de alto valor agregado e innovadores.

Recibió la localidad aún sacudida por las inundaciones del 2010 y del 2011. Gerson Bermont, alcalde saliente de la U, le entregó las finanzas con superávit en el Municipio y en las Empresas Públicas, pero con déficit en el Hospital San Félix. Arias también heredó los chicharrones de la Escuela Juan Pablo II sin terminar, a pesar de las obras empezadas en el 2007, al igual que la urbanización Primavera inconclusa.

Quizá la gestión más importante y que se logró consolidar está relacionada con el Plan maestro de acueducto y alcantarillado para acabar con las inundaciones y el vertimiento de aguas negras al río.

El Gobierno Nacional en total prometió $56 mil millones. En la actualidad hay en ejecución y en proceso cerca de 30 mil millones para alcantarillado en Las Ferias, Los Andes y el Centro, además de optimización de la planta de tratamiento en el Llano.

En el gobierno de Arias en las tres entidades públicas se ha gastado más de lo debido y por eso están en déficit, aunque con el caso del Municipio tiene hasta el 31 de diciembre y en el del hospital, hasta el 31 de marzo del 2014, para ponerse al día.

En el informe de gestión, presentado en octubre pasado, Arias resaltó los avances en obras de alcantarillado y acueducto. También subrayó la baja en homicidios, luego del trago amargo del 2012 cuando asesinaron a 34 personas, comparable con los trágicos 2008 (34), 2009 (32).

Para el mandatario también hubo logros en educación, a pesar de que sigue sin abrir la Juan Pablo II, cuya apertura prometió en plena campaña. La universidad presencial, gracias al convenio con Icetex y Universidad de Caldas, marcan un hecho histórico para la localidad y el departamento.

Expresa satisfacción por cultura, deporte y la llegada del gas a Guarinotico y agua potable a Buenavista.

Los concejales

Rosalba Machado es concejal de Cambio Radical, partido por el cual Arias llegó a la Alcaldía. Ella dice que lo positivo del mandatario tiene que ver con una administración incluyente con oportunidades para las etnias.

"Ha sido un alcalde tratando de gestionar, pero como doradense lo que uno quiere ver es obras palpables. Se han tenido logros en la parte digital, queremos ver las casas que prometió la Nación".

La concejal resalta la adecuación de los parques Bolívar y Santander, este último incluye una plazueleta que servirá temporalmente de terminal intermunicipal, que es un viejo anhelo doradense.

En conclusión dice que a Arias le falta agilidad, pero se le debe dar la oportunidad por las ganas de sacar adelante la ciudad.

El concejal de oposición Onofre Jiménez, del Partido de la U, asegura que ha sido más lo malo que lo positivo. "En educación no favoreció a los estudiantes con el kit de uniformes, de zapatos, ni del paquete escolar como quedó plasmado en el plan de desarrollo y presupuesto 2012 – 2013".

Para el edil, el mandatario generó falsas expectativas con las 400 viviendas gratis de la Nación, pues se dijo que serían entregadas en abril y ni siquiera ha empezado la construcción.

"Se perdió el subsidio para el mejoramiento de 36 viviendas por $10 millones,

la movilidad está colapsada por falta de la reparación de la malla vial.

Se aprobó el empréstito para el coso municipal no la han construido, lo mismo para remodelar el edificio de la Alcaldía y no se ha empezado".

Agrega que lo único destacado son las tremendas fiestas que han hecho en estos dos últimos años.

En general comunidad del puerto caldense coincide en que hay lentitud en las obras, mientras el mandatario pide paciencia.