La misa, con intenciones colectivas, estuvo presidida por el párroco José Alberto Aristizábal con el acompañamiento del sacerdote Pablo Andrés Calderón y el coro parroquial que entonó los cánticos.

Fotos | Rubén Darío López | LA PATRIA La misa, con intenciones colectivas, estuvo presidida por el párroco José Alberto Aristizábal con el acompañamiento del sacerdote Pablo Andrés Calderón y el coro parroquial que entonó los cánticos.

Como cada año, la feligresía de Pensilvania inició de mayo con el ascenso al cerro Piamonte en comunidad. 

Los participantes rezaron este miércoles el Santo Rosario a lo largo de las 15 estaciones dispuestas en el camino en zigzag, donde en grandes losas se representan los misterios gloriosos, gozosos y dolorosos, hasta terminar con los luminosos en la cima de la montaña que está situada en las afueras del casco urbano.

Al Piamonte se le considera el cerro tutelar de Pensilvania desde la década del 40 del siglo pasado, cuando fue instaurado este lugar de penitencia, peregrinación, sacrificio y oración.  

Hay personas e incluso familias enteras que tienen como devoción subir a Piamonte durante a diario en mayo para hacer una petición, alabar a la Virgen María, como acción de gracias o simplemente para hacer ejercicio.

Jaime Calderón 

Esta es una muestra del catolicismo de Pensilvania. En mis 85 años siempre he tenido fe en la Santísima Virgen María y por eso hago el esfuerzo de venir hasta aquí. Subo a buen paso, porque fui trabajador del campo durante muchos años.

Arturo Murillo

Esta es una experiencia muy bonita, animada por los sacerdotes de la parroquia y podemos ver que mucha gente acude al llamado porque creemos en Dios y en María Santísima. Ojalá que esta tradición perdure en el tiempo, y que no se vaya a acabar. Subimos muchas personas mayores y muy pocos jóvenes.

Gildardo Betancur

Desde niño nos enseñaron a esta devoción y sacrificio el primero de mayo; calculo que en esta ocasión subimos más de 300 personas a Piamonte. Es una tradición muy bonita para expresarle nuestras necesidades a la Virgen. Además, esto es salud.

En esta ocasión cerca de 350 personas acudieron a la cita anual y subieron despacio.

Rezaron el Santo Rosario desde la 6:00 de la mañana.

Al final de participar en la celebración Eucarística en lo más alto del cerro.

El ascenso dura entre 45 minutos y una hora.

Los penitentes se aglomeran al pie de la imagen de la Virgen María entronizado en un gran pedestal en todo lo alto del cerro.

Participaron desde niños de 6 años hasta adultos mayores, con edad que supera los 70 años. Algunos padres de familia llevaron a su bebé de brazos.

 

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