Soledad y espera: Recorrido por el Parque de los Nevados

MARTHA E. MONROY

LA PATRIA | MANIZALES

Se aproximan las vacaciones de fin de año y las puertas del Parque Natural Nacional de los Nevados aún se encuentran cerradas debido a la actividad del Volcán Nevado del Ruiz, que este año pasó por diferentes niveles.

Desde el 5 de septiembre el volcán está en nivel amarillo. El Gobierno Nacional pretende abrir por Quindío, Risaralda y algunos sectores del Tolima.

Aún así, no abren las puertas de Brisas porque la condición del Parque todavía no lo permite.

Los habitantes y dueños de establecimientos de comida del sector están preocupados porque su economía decae cada día, algunos negocios prueban suerte con administradores nuevos, otros están cerrados y la soledad es cada vez mayor.

Los pobladores hacen una invitación a todos los turistas para que conozcan el paisaje de la montaña, la Laguna negra, los bosques de frailejones, los cultivos de papa, la lechería, las cascadas del Gualí, y admiren el volcán nevado del Ruiz, con su imponente fumarola, desde un sitio llamado el Arbolito, entre otros.

Víctor Alfonso Peláez : lleva 2 meses trabajando en el sector del Diamante. Espera el carro que le recoge los 220 litros de leche. Le gustaría mostrarle al turista cómo se ordeñan las vacas.

Yuri Marulanda prueba suerte con el restaurante El Ocho, en el sector de la Esperanza, desde hace cuatro meses. Dice que aunque son pocos los visitantes, no le ha ido tan mal. Tiene para el turista una deliciosa agua de panela con queso, tradicional en este clima.

Desde hace tres meses el manizaleño Luís Alberto Tirado vigila en medio de la soledad el mirador La Esperanza, que está cerrado y empapelado con periódico. Invita a disfrutar el intenso frío de la montaña.

Al tradicional Caspete, famoso por sus quesos, solo le queda el aviso.

En las Margaritas también cerraron con candado.

En la Hostería Brisas, en la entrada del cerro Gualí, asustan.

Aunque llegó de Montebonito hace apenas un mes, Glicelio Sepúlveda invita a conocer los frailejones.

Son pocos los turistas que llegan hasta el Parque. Estos llegaron de Villavicencio sin saber lo del cierre, pero disfrutaron de La Laguna Negra.