LA PATRIA | Manizales
Juan Alfredo Betancurt Mejía quiso recrear en el pesebre de su casa de Villamaría la arquitectura del Imperio Romano, como las casas, los caminos y los coliseos.
La maqueta del nacimiento mide cinco metros de largo y ocupa una habitación completa. Allí puso una fuente de agua, además de ovejas, pastores, cabras y en la parte alta instaló la gruta de Belén. El telón que simula el firmamento lleno de estrellas y el encerado donde se ponen las figuras los elaboró una familiar que es publicista.
El pesebre se puede ver desde la calle, así como el juego de luces multicolores que lo alumbran.
Toda la casa la adornaron con motivos navideños, puertas, sillas, mesas, hasta el techo.
En el segundo piso hay muñecos de nieve y otros objetos importados.
Tradición
El taller donde se fabrican las casas de icopor lo ubicó en la terraza de la vivienda, que queda a media cuadra del parque de Bolívar. “Llevo 25 años con esta tradición y toda mi familia me ayuda en el proceso de la pintura.”
En el día se dedica a atender su farmacia, ubicada en el barrio La Alameda, de Villamaría, y entre venta y venta va tallando el icopor con un bisturí. “En el proceso de elaboración me puedo tardar un día o varios, depende del tamaño. Esta labor la comencé en noviembre.”
Los Betancurt no tienen niños para complacer en esta época del año, pero en cambio sí tienen espíritu navideño para gozarse estas fiestas
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