
El templo de Aranzazu fue pintado por última vez en el año 2021 y el ingeniero contratista tomó las alturas que son: Las torres 42 metros y la cúpula 58 metros. FOTO | Diego Salgado | LA PATRIA
La estructura del templo de Aranzazu tiene en su historia un antes y un después, en este que ha sido llamado el pueblo levítico de Colombia por la cantidad de vocaciones que se han sembrado allí para la Iglesia como sacerdotes o religiosas.
El antes
En 1854 los primeros fundadores se dieron a la tarea de construir una capilla de paja con puertas atravesadas, en el mismo punto donde se encuentra hoy el templo parroquial.
La parroquia fue creada por la Diócesis de Antioquia, Vicaría del Cantón de Salamina, con fecha Sonsón 11 de julio de 1854, mediante oficio dirigido por el señor provisor del obispo, al señor alcalde del Distrito de “El Sargento”.
La primera misa fue celebrada por el presbítero Doctor Luciano Díaz, oriundo de Bogotá, en la capilla, el día 24 de julio de 1854.
En 1855 el sacerdote Díaz propuso a los habitantes del municipio construir un templo moderno para reemplazar la sencilla capilla.
Fue así como se inició la construcción de un templo románico, sin ostentaciones arquitectónicas, con un estilo renacentista y medieval.
El frontis, construido en ladrillo cocido, era de estilo barroco. En los siguientes años se fueron agregando a la construcción una serie de elementos y adornos que hicieron de esta edificación en su momento, una joya arquitectónica y cultural.
El presbítero Díaz permaneció hasta el 20 de enero de 1859, fecha en la cual posesionó como cura de la Parroquia al presbítero Juan Nepumuceno Cadavid, por disposición del ilustrísimo señor Riaño, quien sugirió que la parroquia tuviera el nombre de “Nuestra Señora del Rosario”.
Esta edificación fue afectada por un movimiento sísmico en el año 1938, dejándola con algunas averías. Ese fue el motivo por el cual el párroco de ese entonces, Simón Zuluaga, en el año 1956 decidió que se demoliera y construir uno nuevo con mayor capacidad, de acuerdo con la población que iba en aumento.
Y después…
A partir de 1957 se inició la construcción del nuevo templo, el actual. Es una edificación religiosa que combina elementos arquitectónicos neoclásicos como los arcos de medio punto y las decoraciones geométricas con un sistema constructivo moderno en mampostería y estructurado en concreto.
Sus campanarios acentúan la simetría y evocan ciertos rasgos de las torres medievales.
Su espacio interior remata verticalmente en una gran cúpula sobre el altar y horizontalmente en un pequeño ábside decorado con un retablo de influencia quiteña.
Sus costados están decorados con hermosos vitrales italianos que representan los misterios y en el interior se encuentran imágenes en su mayoría de talla quiteña, así como una réplica del Señor de los Milagros de Buga y una imagen del Señor de la Buena Esperanza.
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Fuentes: Monografía del municipio de Aranzazu. Aranzazu su historia y sus valores, libro de José Miguel Alzate. Sergio Alonso Arias López, gestor cultural y Vigía del Patrimonio.