Anahí Araoz, de la compañía Viajera del Sur de Perú, y Sandro La Torre Tenorio, del colectivo Ámbar Perú.

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Anahí Araoz, de la compañía Viajera del Sur de Perú, y Sandro La Torre Tenorio, del colectivo Ámbar Perú.

 

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Anahí Araoz (AA), de la compañía Viajera del Sur de Perú, y Sandro La Torre Tenorio (SL), del colectivo Ámbar Perú, hablaron con LA PATRIA Radio sobre su visita a Manizales y las obras que presentan en la ciudad. Esto dijeron: 

 

¿Cuál es la razón de su visita a Manizales?

SL: Felices de estar aquí en Manizales. Para nosotros, las personas de teatro, Manizales es una ciudad muy representativa. Nosotros venimos, el Festival Internacional de Manizales y todo el movimiento teatral que sucede en esta ciudad, para nosotros es como llegar a un lugar que siempre añoramos.

AA: Llegamos a Colombia dentro de una gira más grande, gracias al Ministerio de Cultura de Perú, a un fondo que lastimosamente no es tan cuantioso como los fondos en Colombia, pero que existe y eso ya es maravilloso.

Particularmente el apoyo es para la obra La Matto una mujer fuera del tiempo, y pues ya que venimos los dos, estamos aprovechando para presentar también Dos unipersonales peruanos a lo largo de Colombia. 

 

¿Cuál es la importancia de que existan apoyos y estímulos a las artes y el teatro?

SL: Creemos que en nuestros países en Latinoamérica el apoyo del Estado es fundamental a la cultura, al deporte, a la educación. 

Son pilares para que la sociedad se desarrolle. Estamos felices que Colombia esté a puertas de una final de fútbol por ejemplo, pero eso no es un trabajo de ayer, es un trabajo que viene de hace mucho, Y lo mismo se debe apostar en la cultura y en la educación. 

Para nosotros los artistas poder viajar con un financiamiento y representar a nuestra patria con nuestro trabajo. 

¿Qué van a ofrecer teatralmente en Manizales?

 

SL: Hoy tenemos función 7:30 de la noche en el Teatro El Faro, en Villamaría, con la obra Pasaje de Ida, que es el unipersonal en el que yo estoy en escena, que habla de la migración en un país centralista, en un país latinoamericano, y todas las implicancias de salir de un pequeño pueblo a una metrópolis. 

Trata sobre el impacto en la identidad de las personas de este hecho migratorio. Cuesta $10 mil. 

 

AA: Mañana en el teatro Los Chicos de Jardín Campestre vamos a presentar La Matto una mujer fuera del tiempo.

Es una obra que nació el año pasado en un útero maravilloso, el Valle Sagrado de los Incas, con la participación de mujeres  de diferentes partes del mundo. 

Una de ellas es la colombiana y española Amaranta Osorio, que creo que su papá ha sido una figura muy importante del teatro colombiano. También Natalia Marcet, de Argentina. Y en escena yo. 

Siempre en el teatro somos muchos, pero quien aparece a veces en escenario es uno o dos, pero detrás hay mucha gente. 

Es una obra que pone en diálogo la historia de una mujer, una figura revolucionaria de finales del siglo XIX, cusqueña. 

Es una escritora que en su momento rompió esquemas, tanto así que tuvo que exiliarse porque era una mujer que en finales de 1800 no solo escribía, sino se atrevía a hablar de política, a cuestionar los abusos del clero, el maltrato a los indígenas, a las mujeres, una mujer tremenda que si estuviera acá seguramente estaría en la lucha. 

Y pues no solo se habla de ella como una figura histórica, sino que pone en diálogo la historia de mi familia, de las mujeres de mi familia, de mi propia historia y mis cuestionamientos como: ¿qué es ser mujer hoy? ¿Qué desafíos todavía tenemos? ¿Cuáles son nuestros corsets?

Es una obra que tiene muchas capas, desde lo político hasta lo autobiográfico y básicamente nos lleva a reflexionar sobre el género en este momento. 

Es a las 7:14 de la noche y cuesta $25 mil. 

¿Ustedes hacen teatro juntos? ¿De qué parte de Perú exactamente nos visitan? 

SL: Sí, ambos tenemos una compañía, viajamos juntos, somos compañeros de escena y de vida. 

Hace 25 años comenzamos, tenemos mucho camino. Hemos tenido la suerte de viajar por muchos países de Latinoamérica recogiendo las experiencias del teatro de grupo. 

Conocemos a profundidad el trabajo de La Candelaria, Mata Candelas, Enrique Buenaventura y el teatro colombiano que nos enriquece muchísimo.

Nuestro trabajo siempre pone en diálogo el contexto actual con nuestras propias historias de vida. Nos interesa trabajar siempre desde lo autobiográfico y ponerlo en diálogo con temas universales. 

Creemos que las historias personales repercuten mucho en temas universales. 

Los trabajos que traemos a Manizales hablan de nuestra biografía, pero en diálogo, en mi caso, con la migración y en el caso de mi compañera, sobre el género.

AA: Además nos interesa mucho cómo el teatro aporta a la sociedad, no solo desde lo artístico, recreativo, sino cómo puede transformarla. 

También tenemos un proyecto que ya llevamos muchos años trabajando en cárceles con mujeres. 

El proyecto se llama Atravesando Muros y es básicamente llegar a esos lugares donde hay poco acceso a la cultura y donde el teatro rompe porque el arte es juego, puede transformar las vidas de las personas. De algún modo nuestra apuesta es combinar arte y transformación social.

 

¿Cuál es la relevancia de que se incentive asistir al teatro y apoyarlo?

SL: Creemos que el teatro es un encuentro entre seres humanos, es abrazarnos de manera invisible y tejer hilos en el espacio que nos une. 

Después de la pandemia hemos sentido esa ausencia. Por eso es importante el teatro, porque nos invita a reflexionar, nos encuentra como seres humanos y cuestiona la realidad, alimenta nuestro pensamiento crítico. Por eso es importante ir a vernos y abrazarnos en el teatro.

 

AA: Creo que es una forma de resistencia y hoy es más necesario que antes. En un mundo que nos tiene conectados a una pantalla que nos gobierna, que nos hace agachar la cabeza permanentemente, el poder mirarnos, el poder respirar y latir al mismo tiempo, transforma. 

De hecho ahora hay estudios neurofisiológicos de qué es lo que le pasa al actor y al espectador cuando están en escena y cómo los corazones empiezan a latir parecido y a respirar parecido. 

Es casi como un ritual de juntarnos para vibrar juntos y transformarnos juntos. Es un espacio de resistencia y hay que resistir.

 

 

Prográmese hoy en el teatro El Faro en Villamaría.

 

Prográmese mañana en el teatro Los Chicos del Jardín.


Escuche la entrevista completa aquí:

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