El Deportes Quindío volvió a mostrar una mejor cara bajo el mando del técnico Harold Rivera. Con una victoria 0-2 ante el Deportivo Cali en Palmaseca, el equipo sumó siete puntos en el Grupo A de la Copa BetPlay, y aunque descansará en la próxima fecha, mantiene vivas sus aspiraciones de avanzar a la siguiente fase.

En rueda de prensa, el técnico Harold Rivera y el volante Uberney Rovira destacaron el trabajo colectivo que ha permitido transformar el estilo de juego del equipo y obtener resultados positivos.

“Hemos tratado de implementar un juego con inicios, con circulación rápida de la pelota y los muchachos han sido receptivos. Están entendiendo la idea”, señaló Rivera, quien lleva poco tiempo al frente del club.

El técnico reconoció que la situación del equipo no era fácil cuando asumió el cargo, pero subrayó que los últimos compromisos han mostrado un cambio de actitud y una mejor aplicación táctica. Destacó los juegos ante Chicó, Bucaramanga y Cali como señales claras del crecimiento colectivo.

Una de las claves del triunfo fue la pelota quieta, según el entrenador. “Hicimos dos cobros que habíamos trabajado. El primero lo sacó el arquero y el segundo terminó en gol. Eso demuestra disciplina y disposición”, explicó.

Por su parte, Uberney Rovira, autor de uno de los goles, no ocultó su satisfacción de anotar su primer gol con el Quindío ante un rival histórico. 

“Marcar el primer gol con esta camiseta y ante un equipo como el Cali es una bendición. El profe nos cambió el chip, nos hizo entender que somos 11 contra 11 y que con trabajo y disciplina podemos mejorar”.

Rovira también habló sobre el momento anímico del grupo, después de un semestre donde los resultados fueron adversos. 

“Mentalmente estamos muy fuertes. La nómina es corta, pero eso nos obliga a dar el 100%. Este equipo no da nada por perdido y lo hemos demostrado en la cancha”.

Jóvenes con protagonismo 

Durante el partido, Quindío perdió por lesión a Diego Díaz, uno de sus atacantes más incisivos. En su lugar ingresó un juvenil de la categoría Sub-20, Juan Ríos, que ha venido entrenando con el grupo profesional.

“Es un muchacho que vengo observando desde que lo vi jugar en un torneo acá en el Valle. Ya ha tenido minutos y hoy entró con nervios, pero en el segundo tiempo se soltó más”, comentó Rivera.

El técnico también valoró el aporte de jugadores como Chalá y Pablo Ortiz, quienes ofrecieron alternativas en el ataque, aunque aclaró que no se jugó con dos extremos tradicionales.

“Me gusta que marquen jugadores diferentes. Hoy lo hicieron Rovira y Chalá, pero en el partido anterior fueron otros. Eso ayuda cuando no tienes un goleador fijo”.

¿Qué viene para el Quindío?

Quindío cerró su participación en la fase de grupos en esta cuarta fecha, ya que descansará en la quinta. Aún así, la esperanza de clasificar se mantiene.

“Tenemos siete puntos y hay que esperar los resultados de los demás equipos. Esta copa nos sirvió para ver jugadores, evaluar el grupo y tomar decisiones pensando en el torneo del segundo semestre”, explicó el técnico.

Rivera fue claro: el gran objetivo es el ascenso. Para ello, se avecinan reuniones con el dueño del club, Hernando Ángel, para definir posibles refuerzos que fortalezcan al equipo.

“Todos queremos que el Quindío vuelva a la A. No será fácil, pero estamos construyendo algo sólido. Esta copa nos permitió ver el potencial del grupo y ya pensamos en lo que se viene”.

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