Osvaldo Hernández
LA PATRIA | Manizales
La Vuelta a Colombia del 2007 arrancó en Barranquilla con más expectativa de lo esperado. Era el regreso al país, después de 10 temporadas por fuera, de Santiago Botero. En ese tiempo fue cuarto en el Tour de Francia (2002) y logró oro (2002) y bronce (2001) en el Mundial de Ruta (CRI) y vistió los colores de Kelme (España), Telekom (Alemania), T-Mobile (Alemania) y Phonak Hearing (Suiza).
Su regreso al país con Une Orbitel, equipo de esa época, generó tanto ruido que, literalmente, todos corrieron contra Botero. Incluso, no faltaron los que trataron de torpedearle extradeportivamente la competencia. Uno de ellos fue boyacense José Castelblanco; Botero no lo olvida.
"Me acuerdo que permitían equipos mixtos y uno veía en carrera grupos de 20 ciclistas trabajando juntos. Llegué a la Vuelta con mucha ilusión, porque era volver al país y regresar a disfrutar del ciclismo que me permitió ir al exterior.
En la sexta etapa, que iba de Mariquita a Manizales, se me acercó José Castelblanco, de la Lotería de Boyacá y me dijo que tuviera mucho cuidado porque después de Letras, en el descenso, había una tractomula varada y aceite en la carretera.
Me lo dijo serio, nada de bromas. Me pareció curioso, dudé y la pregunté al comisario de carrera y me contestó que eso no era cierto. Hice la etapa a fondo, los 80 kilómetros de ascenso a Letras y el descenso a Manizales. Por el alto pasé en la punta con Mauricio Ortega, de GW Shimano (ganó el premio de montaña), y el descenso le saqué como cuatro minutos en Manizales, gané la etapa y fui líder las 8 etapas restantes hasta el final siendo campeón.
Tenía razón el comisario, la tractomula que me quiso atravesar Castelblanco no la vi por ninguna parte. Son artimañas que se usan para distraer en carretera y que si uno nos es experimentado, "se lo comen vivo".
Incluso, antes, en la etapa de El Socorro (Santander) y Paipa (Boyacá) no me dejaron dormir. De un equipo cuyo nombre no quiero acordarme (risas) me pusieron un mecánico en la habitación de enseguida y por la noche prendieron el televisor a todo volumen. Llamé a la recepción, vinieron y se dieron cuenta que estaba sola, pero con un ruido horrible.
Botero ganó el título de la carrera en Bogotá y logró tres victorias de etapa, el prólogo, la sexta jornada en Manizales y la contrarreloj. Compartió podio con Hernán Buenahora e Israel Ochoa, ambos de la Lotería de Boyacá. El cuarto fue José Castelblanco, también de la Lotería de Boyacá, el que lo quiso engañar con la tractomula y el aceite en el descenso de Letras a Manizales. Curiosamente, fue el que le permitió ser el líder.
Santiago Botero, hoy con 47 años, sigue pedaleando, pero recreativamente y es analista de ciclismo en el Canal Caracol.
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