Cinco años más de lo pensado tuvo que esperar la caldense Ana María Giraldo Gómez para completar las Siete Cumbres, las cimas más altas de la tierra.

En el 2007 subió al Everest, el llamado techo del planeta, cima ubicada a 8.848 metros de altura sobre el nivel del mar en la cordillera del Himalaya en Nepal (Asia). Lo hizo 24 de mayo de ese año.

Ella integró el proyecto Siete Cumbres, el cual consistía en escalar los picos más importantes de cada continente, junto con Nelson Cardona, Manuel Arturo Barrios y Juan Pablo Ruiz.

Así, estuvo también en el Aconcagua (6.962 m s. n. m., punto más alto de América), Kilimanjaro (5.894 m s. n. m., punto más alto de África), Elbrus (5.642 m s. n. m., punto más alto de Europa) y Denali (6.194 m s. n. m., punto más alto de la región ártica). Le faltaron dos.

"Esas cinco fueron con todo el equipo. Me casé en el 2012, en el 2013 quedé en embarazo de Simón, en el 2015 llega Rafa. Mientras tanto, ellos completaron las siete cumbres. Luego, en el 2018, mi esposo (Francisco) me preguntó por mi sueño de las siete cumbres y lo retomé de nuevo ante semejante apoyo", le dijo la villamariana en junio de este 2025 a LA PATRIA.

Con el respaldo de su familia empezó a trabajar "y en el 2019, con el apoyo de empresas locales, hice Carstenz (4.884 m s. n. m., punto más alto de Oceanía). Pensé que en el 2020 las podía terminar y no, llegó la pandemia y nos tocó hacer la pausa. En el 2023, viendo a los niños grandes, pensé que era la hora de terminar el proyecto, pero no sola. Cuando hice Carstenz no tenía a quién abrazar, opté por ir acompañada y encontré a Ana Isabel Bustamante, que tiene unas cualidades inigualables como persona y como montañista. Armamos equipo e iremos en noviembre", añadió en ese momento la caldense.

Y así fue. Cinco años después de lo pensado completó las Siete Cumbres. Lo hizo este lunes (1 de diciembre) en el monte Vinson (4.892 m s. n. m.) en la Antártida, logro que alcanzó al lado de la antioqueña Ana Isabel, también montañista, quien, además, es conferencista motivacional, ingeniera y directora de proyectos.

"El primer equipo femenino de mujeres colombianas @ana7cumbres y @anitabustamanted alcanzó hoy, 1 de diciembre, la cima del Monte Vinson (4.892 m) en la Antártida, llevando la bandera de Colombia a lo más alto del continente blanco", escribió en Instagram Kumanday Adventures (@kumandayadventures).

"El orgullo es inmenso": entrenadora Pamela Holguín

Pamela Holguín Gallego, del Team Manila, les hizo el plan de entrenamiento a Ana María y Ana Isabel en su preparación para ascender al monte Vinson y celebró el logro de sus montañistas.

"Muy contenta del logro de las dos anitas, estamos muy orgullosas y felices de que hayan podido llegar a la cumbre y de que estén en el regreso de la mejor manera porque hay que esperar a que terminen de bajar".

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Ella les siguió el minuto a minuto hasta que tocaron la cima. "Nosotras tenemos un link que ellas compartieron en sus redes sociales para seguirlas por una vía satelital. Sabíamos que entre el 1 y el 2 de diciembre estarían intentando hacer cumbre, dependiendo del clima y de las condiciones que la montaña les fuera ofreciendo.

"Estuvimos con el grupo de Colombianas a la cumbre, desde muy temprano, siguiéndolas. Cuando faltaba más o menos 1 km, que sí se demoró muchísimo tiempo, estuvimos ahí, nos dimos cuenta ya cuando la flechita llegó al punto del Vinson y creíamos que ya habían hecho cumbre. Luego la flechita empezó a descender, entonces dijimos: 'Bueno, creemos que ya hicieron cumbre', y luego fue confirmado por una pequeña llamada que Ana alcanzó a hacer a su esposo. Todas estábamos contentas".

De acuerdo con Holguín Gallego, se enteraron alrededor de las 2:45 p. m. de que habían pisado la cima. "Creemos que la caminada, la última cumbre, fueron más o menos como 8 o 9 horas. Es lo que creemos. Ellas subieron hasta 4.892 m s. n. m., luego tenían que hacer el descenso que creería uno que puede ser un poquito más de la mitad".

Las montañistas y su entrenadora no han tenido comunicación. Pamela Holguín, también de Villamaría, sabe que están bien porque "uno puede dejar un mensaje en la aplicación y lo que hacen ellas es responder que están bien, pero no hemos podido hablar con ellas. Toca esperar que tengan otra vez señal de celular para poder saber cómo van".

Mientras esperan tener comunicación este martes (2 de diciembre) no dejan de valorar el logro de la colombianas. "Es un orgullo y también estoy muy contenta porque vienen trabajando desde hace varios años por cumplir este objetivo. Es un orgullo saber que llegaron bien, que han hecho un trabajo tan limpio y que no ha sido fácil el camino para ellas, pero son unas mujeres fuertes, decididas y comprometidas con el objetivo que tenían. El orgullo es inmenso y más siendo colombianas, de la casa. Entonces, muy felices".

Pamela y Ana María se conocen desde hace varios años por la natación con aletas. Ambas se siguieron mutuamente sus carreras antes de trabajar juntas.

"Anita es un ejemplo a seguir. Ella para mí era un referente en el deporte, luego fue al contrario, yo era un referente para ella. Y cuando me buscó para empezar el entrenamiento hacia las montañas nos sentamos las dos a rayar y definitivamente todas las personas deberían sumergirse alguna vez en la vida en la montaña para entender el camino más de cerca. La satisfacción es inmensa", concluye la entrenadora.

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