Once Caldas femenino perdió contra Deportivo Pasto como local y quedó al borde de la eliminación de la Liga de fútbol. Con nueve puntos en disputa y a 7 unidades de los cuadrangulares, el onceno blanco deberá hacer pleno de victorias para soñar con las semifinales. 

Con 10 unidades en el puesto 12, las albas encadenan seis partidos sin conocer la victoria, alejándose de la octava clasificada que cuenta con 17 puntos.

El partido contra las volcánicas tuvo un quiebre en el minuto 36 con la expulsión de la centrocampista Valentina García. 

Jugar 10 contra 11 condicionó el desarrollo del partido para las blancas que vio como las visitantes asumieron las riendas del partido en busca de una victoria que las acercara al octavo clasificado. 

Julio César Ocampo hizo dos cambios en el intermedio para intentar conseguir los tres puntos pero las opciones que generó no se concretaron. 

Hasta que en el minuto 61 Dayana Martínez puso en ventaja a las visitantes y el partido se hizo cuesta arriba. 

Aunque lo intentaron, las albas no lograron igualar el partido. Las pastusas aprovecharon la poca efectividad local y en el minuto 89 ampliaron la ventaja. 

Con pundonor las blancas decidieron irse todo en ataque y encontraron el gol del descuento a escasos segundos del final. Nerimar Infante fue la encargada de anotar para las blancas. 

El resultado deja virtualmente eliminadas al Once Caldas que le resta por jugar de nuevo contra Deportivo Pasto de visitantes, contra Millonarios y América. 

No se concreta

En rueda de prensa, el técnico Ocampo analizó los motivos de la derrota mencionando la falta de efectividad en la definición y posibles errores arbitrales. 

“No es fácil jugar con una menos tanto tiempo, pero valoro la actitud de las jugadoras. Aun así, hay decisiones arbitrales que deben revisarse. No es normal que cada partido terminemos con cinco o seis amarillas, ni que constantemente nos expulsen una jugadora”, señaló el técnico en rueda de prensa, con tono de molestia y desahogo.

El estratega insistió en que la falta de definición ha sido una constante que ha marcado el torneo para su equipo. 

“Se trabaja mucho, se genera, pero no se concreta. Y esto se gana con goles. Tenemos que replantear nuestro trabajo ofensivo”, agregó.

La expulsión condicionó

Por su parte, la capitana Irma Castillo, visiblemente golpeada por el resultado, también apuntó al esfuerzo del grupo. 

“La expulsión nos condicionó demasiado, pero el grupo lo luchó. Hay que levantar la cabeza y terminar bien los tres partidos que quedan”.

Sobre la jugada que terminó en la expulsión de Valentina, la jugadora explicó que fue una jugada fortuita que la central del compromiso juzgó de manera severa. 

“Se le enreda el cabello de la rival, que es muy largo, pero nunca hubo intención de jalarlo. La juez se apresuró”, comentó, recordando que situaciones similares ya habían afectado al equipo, como ocurrió ante Fortaleza.

Terminar con dignidad

Aunque la clasificación ya no es posible, el cuerpo técnico dejó claro que el objetivo ahora es competir con dignidad ante Pasto, América y Millonarios, tres rivales de peso. 

“Sabemos que no es fácil ir a Pasto por la altura, pero el equipo mostró carácter hoy y eso hay que valorarlo. En igualdad numérica, el partido habría sido otro”, afirmó el técnico.

En cuanto a los minutos finales, donde el equipo ha venido sufriendo, el DT reconoció el desgaste físico como una de las causas. 

“Jugar con una menos tanto tiempo pasa factura. Y con jugadoras condicionadas por tarjetas, toca hacer cambios obligados, como el de Tatiana Rivera, que si no la sacaba, terminábamos con nueve”.

El Once Caldas Femenino buscará reencontrarse con la victoria en las tres fechas restantes, y aunque los puntos ya no alcanzarán para clasificar, el equipo espera cerrar el torneo con la frente en alto y dejar una mejor imagen.

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