Once Caldas

Foto I Cortesía  I LA PATRIA

Manuela Marín (hermana), Juli Marín (madre) y Manuela Romero, con Joan Felipe Parra, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, ante el Atlético Nacional, en donde salió figura.

El fútbol es parte de la vida Joan Felipe Parra Marín. Lo practica desde que tiene conciencia. Como cualquier niño, lo empezó a jugar en su casa y en la calle, y con el paso del tiempo en el colegio León XIII, en donde hizo la primaria en el Peñol (Antioquia), donde nació.

Así comenzó la carrera deportiva para el portero que el domingo pasado fue la figura en el partido que el Once Caldas empató 0-0 con Atlético Nacional en la primera fecha de las semifinales.

El paisa atajó siete opciones de gol claras, en lo que muchos consideraron como una revancha. En el primero juego de la Liga, Once Caldas visitó al Atlético Nacional y perdió 4-0. Parra jugó ese día porque James Aguirre estaba inhabilitado.

"Fue una noche muy bonita, por el rival, mi familia y lo que había pasado. Es el premio a lo que hemos hecho a lo largo de todo este proceso al lado del profesor Mario Marín".

Joan Felipe siempre ha jugado como arquero: "Íbamos a la cancha y me ponían en la portería porque son fanáticos de David Ospina. Iba en compañía de mi primo Dylan".

Con 11 años de edad, Joan Felipe viajó a Medellín para jugar el Pony Fútbol con Córdoba FC: "No solo jugué ese torneo, sino también otros torneos que hacen allí, fuimos campeones y marcaron solo un gol".

Actuó con Real Antioquia, Arco Zaragoza hasta que se incorporó a las categorías menores de Envigado, equipo con el que hizo todo el proceso para llegar a la rama profesional.

Incluso, no solo en fútbol, sino en fútbol de salón y fútbol sala, jugó en categorías menores con Jefry Zapata, compañero suyo hoy en el Once Caldas, y Richard Ríos, hoy con Palmeiras, de Brasil, y la selección Colombia.

"A Envigado me llevó el profe Jorge Betancourt", recuerda Joan.

Hijo de Juli Marín y hermano de Manuela, Joan Felipe se incorporó esta temporada al Once Caldas: "Desde el 2022 me había hablado Tulio Mario Castrillón, hoy expresidente del equipo, pero las cosas no se habían dado por las diferencias económicas entre ambos clubes".

En diciembre, pasando la Navidad en Ibagué, cuando se cerró su vinculación al Once Caldas, Joan Felipe se puso una de las camisetas que tiene del campeón de América del 2004.

"A lo largo de mi carrera he intercambiado camisetas con muchos jugadores, tengo varias del Once. Es hermoso, un sueño llegar a un equipo grande, eso me emocionó".

El segundo arquero del Once Caldas, por detrás de James Aguirre, se define como un guardameta moderno: "Uno se debe acomodar a lo que necesita el entrenador".

El cancerbero antioqueño recuerda ese partido en el que le marcaron cuatro goles en Medellín: "Fue un partido raro, tuvimos opciones, no jugamos mal y nos marcaron cuatro. No sentí maltrato o presión del hincha".

El padre de Manuela valora todo lo que ha aprendido hoy al lado de Néstor Mario Marín, el entrenador del Once Caldas en esta posición: "Impresionante todo lo que sabe".

Después de brillar con el Blanco en el Atanasio Girardot, Joan Felipe tiene más sueños: "Quiero ser campeón con el Once Caldas y volver al seleccionado nacional de mayores".
Tiene dos convocatorias con el equipo absoluto que orienta Néstor Lorenzo.

El guardameta del Once Caldas terminó en el colegio Jomar, de Envigado, además, alcanzó a hacer dos semestres de comunicación social, pero paró por su carrera deportiva.

Joan Felipe admira hoy a David Ospina y al brasileño Éderson, del Manchester City.

 

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