Glamping entre café

El refugio es administrado por Laura, hija de Diego, quien además de ser barista de la Escuela Nacional del Café, de Chinchiná, les enseña a los visitantes preparar un buen café.

LA PATRIA | CHINCHINÁ

En los cafetales y plataneras de la vereda Alto de la Mina, de Chinchiná, se refugia el glamping Privilegio, un refugio de la finca la Albania que es aprovechado para el turismo sostenible y agroecológico.

El emprendimiento del caficultor Diego Ríos, está localizado a 40 minutos de la cabecera de Chinchiná y por los alrededores del glamping están sembradas dos hectáreas en las variedades Cenicafé 1, Castillo Naranjal, Borbón y Geisha.

Diego cuenta que le quiso dar un valor agregado a la producción del grano y por esta razón ideó, junto con su familia, la manera de atraer turistas a la vereda y de dar a conocer la flora, la fauna y el microclima, que predominan en la Mina.

Para ello construyeron dos hospedajes en forma de domo y los llamaron Heliconias y Nogales. Los espacios cuentan con los servicios de baño, televisión, minibar y jacuzzi.

El caficultor recuerda que sus padres, que eran de descendencia antioqueña, fundaron la vereda. Ahora la cuarta generación de los Ríos, conformada por la familia de Diego, maneja las riendas del negocio familiar.

Potencial

El campesino comenta que además tiene un proyecto de conservación del ambiente y de no uso de agroquímicos. Por esta razón abona con orgánico y hace control biológico, lo que le ayuda a mejorar la rentabilidad y la calidad del grano.

La vereda El Alto de la Mina es considerada como la joya de la corona turística para Chinchiná, pues en el caserío quedan ubicados varios hostales de renombre nacional. El Sinaí, Casa Chute y El Cerrito.

Sin embargo, la carretera de entre El río San Eugenio y el Alto de la Mina no es la mejor, tiene baches, hay tramos sin pavimentar y en ocasiones se hace intransitable.

“Queremos dar a conocer la cultura cafetera y el legado de nuestros ancestros, por eso mostramos el paisaje y la naturaleza”, recalcó Diego, quien informó que en asocio con el Comité Turístico de Chinchiná (Comitur) están promocionando la ruta del café de origen, que consiste en hacer un recorrido guiado por varias de las fincas de las veredas La Quiebra de Naranjal, La Floresta, El Trébol y Alto de la Mina.

Familiar

Los Ríos, antes de incursionar con el glamping tenían un restaurante llamado Nisi, de comida tradicional, pero tuvieron que cerrar, debido a los efectos de la pandemia.

El refugio es coadministrado por Laura, hija de Diego, quien además de ser barista de la Escuela Nacional del Café, de Chinchiná, les enseña a los visitantes preparar un buen café.

Ella expresa que para el turista es novedoso que le cuelguen un canasto y los pongan a recolectar. “Los turistas quieren conocer todo lo relacionado con el proceso del café, estamos diversificando y ofreciendo un valor agregado”, sostiene.

La Alcaldía local tiene proyectado asfaltar un trayecto de vía entre la vereda Naranjal y Alto de la Mina y adecuar con placas huella el tramo entre el sector de Medio Mundo y la Quiebra, con el fin de hacer más transitable este tramo y así lograr que el turismo alrededor del café se siga fortaleciendo en esta región.

En crecimiento

De acuerdo con la Cámara de Comercio de Manizales, según el Registro Nacional de Turismo, hasta el año pasado se tenían en Manizales y Villamaría unos siete servicios, bajo el concepto de glamping.

En cifras

  • Entre $280 mil y $350 mil cuesta el alquiler de un día en el glamping.
  • 765 fincas cafeteras hay censadas en Chinchiná.
  • Un 40% de los predios están incursionando en el turismo.
  • $70 millones invirtieron en el glamping El Privilegio.

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