
Foto I Cortesía MEN I LA PATRIA
Padres y estudiantes tengan en cuenta que la Ley establece que cada institución educativa debe contar con un Comité Escolar de Convivencia encargado de liderar estrategias para mitigar los factores de riesgo frente al bienestar de los estudiantes.
La cifra preocupa. Desde el 2020 y hasta marzo de este 2025 se han registrado 11.161 casos relacionados con acoso escolar, ciberacoso y agresión escolar. El dato es del Sistema de Información Unificado de Convivencia Escolar (SIUCE),
La situación la expuso el Ministerio de Educación Nacional (MEN) junsto en el Día Internacional contra el Acoso Escolar. “Se reitera el compromiso para erradicar este fenómeno que afecta a miles de estudiantes en Colombia”.
El MEN advierte que la violencia en las aulas y entornos digitales impacta el aprendizaje, la salud emocional y la convivencia.
Por tal motivo, añade que el Ministerio impulsa estrategias como la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar, protocolos de acción y kits pedagógicos que involucran a toda la comunidad educativa: estudiantes, familias, docentes, directivos, gobiernos territoriales y organizaciones sociales.
La familia, aliada clave en la prevención: MEN
El MEN, en un comunicado de prensa, resalta la importancia del rol familiar.
Por tal motivo, agrega que la prevención comienza en casa, con la construcción de vínculos afectivos, el acompañamiento emocional y la promoción de valores que rechacen toda forma de violencia.
“Este 2 de mayo, más que denunciar el acoso, es un día para reafirmar que educar en paz, con amor y sin miedo es un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes de Colombia.
¿Qué es el acoso escolar?
El Ministerio ofrece recomendaciones con el propósito de evitar el acoso escolar:
Primero lo define: el acoso escolar es una conducta negativa e intencional que incluye intimidación, humillación, amenazas o agresión física y psicológica contra un estudiante, de manera repetitiva y en un contexto de desigualdad de poder. Esta situación afecta el bienestar emocional, el rendimiento académico y el clima escolar.
El MEN cita a la Unicef, según la cual "el acoso puede identificarse a través de tres características: intención, repetición y poder. Un acosador tiene la intención de causar dolor, ya sea a través del daño físico o de palabras o comportamientos hirientes, y lo hace de manera repetida".
Consejos para los educadores y colegios
Al momento de presentarse una situación que afecta la convivencia escolar, el docente y el colegio deben activar los protocolos de la ruta de atención integral para la convivencia, según la Ley 1620 de 2013.
Es imperativo, escuchar activamente a los estudiantes, donde ellos se puedan expresar libremente, sin minimizar ni restar importancia a la situación o cada relato.
Enseñar a los estudiantes a identificar y reportar situaciones de acoso escolar, que ellos conozcan y participen en campañas y estrategias de promoción y prevención.
Siempre, estar atento a lo que sucede fuera del aula. Si hay sospecha de que existen situaciones de acoso en el aula, actúe con celeridad.
Promover el respeto y la dignidad de los estudiantes, por ejemplo, no permitir ni validar que se usen sobrenombres o apodos para referirse a ellos.
Involucrar en todo momento a las familias para la construcción de la solución, cuando se presentan situaciones de acoso.
Fomentar la empatía en cada proceso de enseñanza y aprendizaje. Salvaguardar la confidencialidad de la información de los estudiantes, donde se proteja su identidad.
No permitir comentarios o bromas que incomoden o afecten la autoestima de los estudiantes.
Estrategias
1.
Promueva el respeto y la empatía: a través de programas de formación en resolución pacífica y asertiva de conflictos y campañas de sensibilización. Igualmente, fomentar la educación en derechos y convivencia como pilar fundamental para la construcción de ambientes escolares seguros.
2.
Se recomienda: implementar actividades lúdicas y participativas, en el marco de prácticas pedagógicas restaurativas; como la mediación escolar, talleres, charlas y espacios de diálogo que fortalezcan la cultura de reconciliación, perdón y construcción de paz.
3.
Si cuentan con una emisora escolar, pueden hacer programas que fortalezcan la salud emocional y la resolución de conflictos, así como la participación ciudadana que lleven a los estudiantes a reconocer la responsabilidad de sus acciones, a reparar, a reconciliar y a un compromiso genuino de no repetición.
4.
Estar atentos a señales de alerta: como cambios en el comportamiento, aislamiento o bajo rendimiento académico pueden ser indicios de que un estudiante está siendo víctima de acoso.
5.
Es fundamental identificar a tiempo los casos de violencia escolar para intervenir de manera oportuna, como fortalecer canales de denuncia seguros: las instituciones deben garantizar espacios de confianza donde los estudiantes puedan reportar casos sin temor a represalias o estigmatización.
6.
Recuerde que la acción inmediata es esencial. La Ley 1620 de 2013 establece que cada institución educativa debe contar con un Comité Escolar de Convivencia encargado de liderar estrategias para mitigar los factores de riesgo frente al bienestar de los estudiantes.