La minga indígena que se desarrolla en el sector de Remolinos, entre Caldas y Risaralda, se torna crítica ante la falta de respuesta del Ministerio del Interior. 

Algunos de los manifestantes han optado por endurecer los bloqueos, generando tensión en la zona.

Personas que se encuentran detenidas en los bloqueos a la espera de poder transitar han denunciado que algunos miembros de la comunidad indígena les han exigido sumas de dinero para dejarlos pasar. 

Según los testimonios, las cifras solicitadas oscilan entre $20 mil y $50 mil, con el argumento de “una colaboración para el fresco”. Esta situación ha sido rechazada por los afectados y ya fue denunciada ante las autoridades competentes.

Testigos indicaron que a conductores de un bus de servicio público y un camión de carga los obligaron a atravesar sus vehículos sobre la vía, como medida de presión para interrumpir completamente el paso.

Los habitantes de la región aseguran estar gravemente perjudicados. Señalan que los bloqueos, que en ocasiones superan las tres horas, les impiden asistir a citas médicas y han generado serias dificultades en la conexión entre municipios.

El alcalde de Belén de Umbría advirtió que esta situación está afectando severamente la economía local. Desde esta población risaraldense se moviliza una gran cantidad de productos agrícolas, y los cierres viales están generando pérdidas considerables.

Los afectados exigen al Gobierno nacional una respuesta urgente. Subrayan que esta es una vía nacional, un corredor obligatorio para la región, y solicitan atención inmediata a las peticiones de la comunidad indígena con el fin de restablecer la movilidad y el orden en el territorio.

*Con información del Informador de Occidente

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