Después de ocho meses de concertación, más de 1.600 indígenas Emberá, pertenecientes a cerca de 700 hogares, iniciaron este lunes 8 de septiembre el regreso a sus territorios ancestrales en el Chocó y Risaralda. 

Se trata del proceso de retorno más grande adelantado con esta comunidad en Bogotá, donde permanecían en condiciones de vulnerabilidad tras su desplazamiento forzado por el conflicto armado.

El traslado, coordinado por la Unidad para las Víctimas y la Alcaldía Mayor de Bogotá, se extenderá hasta el 14 de septiembre. 

Entre los beneficiarios se encuentran 804 indígenas asentados en el Parque Nacional, 376 en la UPI La Florida, 459 en la UPI La Rioja, siete en el albergue Ocobos y una persona en Santa Marta.

El director de la Unidad para las Víctimas, Adith Romero señaló que fue un proceso articulado entre el gobierno distrital y las gobernaciones de Risaralda y Chocó. 

“Estamos articulando con todas las entidades del Estado, el Distrito Capital y los gobiernos departamentales de Risaralda y Chocó, para que se garantice el retorno de manera segura”.

Logística del retorno

Para este operativo se dispuso de un esquema logístico que incluye 130 jeeps, 10 camiones para transportar enseres, 47 buses, además de 3.294 raciones alimentarias en territorio y 6.500 raciones para el trayecto. 

Los retornados también recibirán kits de aseo, lonas y acompañamiento médico durante el desplazamiento.

El coordinador del Grupo de Retornos y Reubicaciones, Jhonatan Forero, aseguró que este proceso se adelantó bajo lineamientos de seguridad y dignidad.

“Están garantizadas las condiciones de seguridad por parte del comité de justicia transicional de Bagadó (Chocó) y Pueblo Rico (Risaralda). Hoy podemos informar que estas comunidades regresarán a sus resguardos cumpliendo los principios de dignidad y seguridad”.

A dónde retornan

De acuerdo con la caracterización realizada, 1.027 indígenas retornarán al resguardo del Alto Andágueda (Chocó), 273 a Gito Dokabú, 259 al Unificado Chamí y 88 a otras zonas rurales.

El proceso fue concertado con autoridades indígenas y territoriales, además de entidades nacionales y distritales como el Ministerio del Interior, DPS, ICBF, los ministerios de Salud, Educación y Agricultura, la Defensoría del Pueblo y las gobernaciones de Chocó y Risaralda.

Más allá de garantizar el transporte y la llegada, las autoridades insisten en la importancia de generar condiciones de permanencia en los resguardos, pues en anteriores procesos algunas familias regresaron a las ciudades por falta de vivienda, educación y salud.

Por eso, el Gobierno nacional y el Distrito acompañarán este retorno con planes de atención integral en vivienda, salud, educación y proyectos productivos que permitan la sostenibilidad de la comunidad en sus territorios.

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