Cali: Feria, salsa y mucho más

Óscar Veiman Mejía*

LA PATRIA | CALI

Este es un viaje de repaso y descubrimientos por la siempre encantadora y sorprendente Cali. Les sugiero en las siguientes líneas tener en cuenta, obvio además de salsa, estas palabras:  Alejandría, colibríes, tacones, 60 años, trompetas, San Antonio, canadiense, fotografías, macetas, Bichacue Yath, el Mohán…

La ciudad se alista para decirle, desde hoy, con rumba y sabor : felices 60 años a la Feria y que cumpla muchos más. Sus 22 comunas y 15 corregimientos se gozan el certamen con verbenas populares. Y, claro los desfiles en la Autopista Suroriental con el Salsódromo, los autos clásicos y antiguos, el Carnaval viejo y mucho más.

En esta capital, en el occidente colombiano, viven dos millones 700 mil personas que respiran creatividad. De pronto, en una calle se encuentran unas trompetas gigantes. El espectador intrigado se acerca y descubre que al ingresar al interior del instrumento suena un orgullo de la capital del Valle y de Colombia, Cali Pachanguero, del fallecido maestro Jairo Varela, director del Grupo Niche.  

En la noche y en plena actividad en el barrio Obrero le salen al paso el ayer y el hoy del arribo de la caña, proveniente de Cuba y con ella el son, el montuno, la guacharaca. Y ya en el negocio de Carlos Molina, el fotógrafo de la salsa, se conecta con Salsa y tacones, experimento de un evento que promete.

Betty Kaar canta Que viva chango. “Esta primera versión es para mostrar que las mujeres siempre hemos estado en la salsa”, expresa emocionada esta rola orgullosa, atrapada por la rumba caleña. “Ellas le ponen mucho sabor”, añade don Carlos, quien lleva 50 años fotografiando y 60 siguiendo la Feria para dejarla grabada en las paredes del lugar con Tito Puente, Celina, Piper Pimienta, Willy Colón, Ray Barreto…

Por encima

Sin embargo, Cali quiere ir más allá de la vaina salsera. Mauricio Novoa, coordinador de Innovación y Desarrollo de Proyectos Turísticos de la Alcaldía, comenta: “Tenemos que empezar a desarrollar nuestros productos basados en otros que son muy fuertes como el de naturaleza”.

Y tiene razón a 2 mil m.s.n.m, altura similar a la de Manizales (2.100), existe el Paraíso de los Colibríes.

En la finca Alejandría, en un ramal de la vía a Buenaventura, viven Raúl Nieto y Elsa Ruiz, enamorados de las aves y rodeados del verde, los ríos y parajes que anuncian los Farallones. Azulejos, tucanes, zafiros cabeza azul son imanes para los turistas. “Los tangara multicolor, de reproducción lenta, están en vía de extinción y aquí poco a poco llegan más”, señala ella. .  

“It´s a wonder. I am surprised with the site”. Traducción: “es una maravilla, estoy sorprendido con el sitio”, comenta el canadiense Bruce Peer, quien llegó al lugar acompañado por Sebastián Ballesteros, un correcaminos nacido en el piedemonte de la Sierra Nevada de Santa Marta. “En un rato fotografiamos 25 colibríes. Qué bueno que hay lugares como estos”, agrega Ballesteros y lo compara con Río Blanco, otro santuario de aves en la capital caldense.

Jorge Pasos es del Área de Planificación Turística de la Administración Municipal. “Si bien la salsa es muy importante, tenemos otros productos. Tenemos una ruta como la Vuelta a Occidente, que les brinda posibilidad de capacitación, empoderamiento e ingreso a empresarios de los 17 corregimientos”.

Mágico

Al encanto de Alejandría le sigue otro en la vía Felidia, corregimiento de La Leonera. Allí habita el amo y señor del musgo, Thomás Muñoz. En su reino verde muy verde y lleno de agua, llamado Bicachue Yath (en páez santuario de aves) salen en cada curva o recoveco el Mohán, el Hojarasquín, la Madre monte y un ejército de hadas, duendes y gnomos. “Aquí le ensañamos a la comunidad, sobre todo a los estudiantes, sobre la importancia de preservar el medioambiente”, dice Thomás.

En la Vuelta a Occidente, al cual se llega por el barrio Bellavista vía al monumento Cristo Rey, gana el turismo, ya son 37 veredas para albergar a 385 personas en cabañas, casas de campo y zonas de camping.

Y en este recorrido es un buen momento para pasar por la capilla de San Antonio, allí donde en pleno ascenso al santuario está el monumento a las sabrosas macetas. El templo, construido en 1747, es un regalo para el alma y para la vista, desde allí se observa parte de la ciudad. Y en otro lado está el complejo Religioso de La Merced, integrado por tres capillas y con tremenda historia, basta decir que allí estuvieron alejadas las tropas del general Mosquera.

Y así, antes de comenzar esta nueva edición de la Feria, Cali está siempre lista para ofrecer lo mejor de lo mejor con La Ermita, Plaza de Toros, Plaza Caycedo, Delirio, Teatro Enrique Buenaventura,  Museos, el clásico América-Cali, exposiciones del Banco de la República, restaurantes. 

Y por supuesto con el sabor del aborrajado, los champús y marranitas; la hermosura de sus mujeres, y la alegría de Delirio y la salsa, en cada rincón, por siempre.

* El periodista viajó invitado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Fontur.

Fotos I Óscar Veiman Mejía I Q´HUBO

Desde el Cristo Rey para ver y disfrutar Cali. Ciudad que tendrá desde mañana su Feria anual, como antesala a la de Manizales que se iniciará el 6 de enero.

Las trompetas, antes de entrar al Museo de Jairo Varela, para entrar en calor con Cali pachangero.

Teatro Municipal Enrique Buenaventura, ha abierto sus puertas para mostrar lo mejor de lo mejor desde 1927, año de su inauguración.

Casa Arzobispal, donde se hospedó el Libertador Simón Bolívar.

Thomás Muñoz, amo y señor del musgo y el verde en las laderas del occidente de Cali.

Betty Kaar, en una salsoteca en el legendario barrio Obrero.

Las aves, atractivo en la finca Alejandría en la Vuelta a Occidente, ruta turística y natural en Cali.