Poco y nada que hacer con los seis mansos que dispuso Conde de Mayalde para una terna que intentó sacar agua de la piedra en que se convirtieron los ejemplares, en especial en la parte definitiva de las lidias.

Para destacar la actuación de Samuel Navalón, torero y valiente por igual y digno de otras oportunidades en la catedral del toreo. 

Todo comenzó con la devolución por poca fuerza del primero de la tarde, toro previsto para la confirmación de Ismael Martín. Corrieron el turno y llegó el anunciado como quinto. Largas cambiadas y mucha tela en el capote trajeron palmas al torero de ancestro español nacido en Zúrich, Suiza. Tres pares de banderillas de mérito, dejándose llegar al toro. En la muleta el toro no valió, pese a la voluntad de Martín. Espada entera, palmas al torero y saludo.

Con el segundo llegó una nueva alegría con las banderillas de El Fandi y Martín, en excelente exhibición conjunta. En el tramo final de la faena, el toro, noblote, dejó pocas emociones. Espadazo de El Fandi.

Samuel Navalón pasó sustos a la salida de su primero. En la portagayola, cuando el toro estuvo a punto de arrollarlo. Y luego, una vez quedó a merced del animal, del que lo salvó el capote de Agustín de Espartinas. En la muleta hubo detalles de valor y momentos de buen gusto, aunque faltó temple. Espada entera. Saludo.

El cuarto no quiso dar pelea en el caballo. Luego de tres desiguales pares de banderillas, El Fandi se puso a cubierto mientras el toro del Conde de Mayalde no salió del ostracismo. 

Ismael Martín sumó otra a las portagayolas de la tarde en el quinto, toro al que Samuel Navalón le hizo torerísimo quite. Casi enseguida, el de Mayalde se fundió sin dar opción algún a Martín.

Y a portagayola se fue Navalón para hacer frente a otro manso, al que obligó a embestir, jugándose el tipo en terrenos donde el miedo no se asoma. Faena importante, saludo.

Ficha de la corrida 

Toros de Conde de Mayalde

Bien presentados y mansos en general

543, 554, 602, 546, 567 y 573 kg

El primero se apagó pronto, manso. El segundo, soso. El tercero, justito de raza. El cuarto, intrascendente. El quinto, rajado, abroncado en el arrastre. Sexto, manso también. 

El Fandi

Azul azafata y oro

Palmas y silencio

Ismael Martín 

Blanco y oro

Saludo y leves palmas

Samuel Navalón 

Grosella y oro

Saludo y saludo tras aviso

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