Óscar Orlando Cardeño Suárez

Óscar Orlando Cardeño Suárez, natural de Salamina, de 36 años.

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LA PATRIA| MANIZALES

41 años y 8 meses de cárcel le dio el Juzgado Penal del Circuito de Aguadas al salamineño Óscar Orlando Cardeño Suárez, alias Yeiron o Culebrero, exintegrante de un grupo armado ilegal, por la muerte del mototaxista Eduar Alonso Sepúlveda Villán, el 18 de junio del 2008, en zona rural entre el municipio caldense y La Pintada (Antioquia).

Yeiron y otros hombres armados, que pertenecían a las Águilas Negras (exintegrantes de las Auc) persiguieron a la víctima y le dispararon causándole la muerte. Posteriormente lanzaron el cuerpo al río Cauca. Nunca lo encontraron. El homicidio se produjo, al parecer, por disputas internas entre los integrantes del grupo.

El sentenciado está vinculado a otros procesos relacionados con homicidio, secuestro, desaparición forzada, extorsión, y concierto para delinquir.

"15 días antes de su desaparición vino a la casa y me celebró el Día de la Madre. Luego me llamó y me dijo que iba a retornar desde La Pintada para vivir conmigo y cuidarme. Me quedé esperando, ya van 15 años. Hasta que supe era mototaxista, tenía una DT blanca y azul. Ha sido una vida llena de tristeza, dolor e incertidumbre, hasta ahora que vengo a este juicio y me entero de lo que realmente pasó. Con razón me expresaron que no lo siguiera buscando, que nunca lo iba a encontrar", expresó Ángela Rosa, madre de la víctima.

 

8 detalles

1. Se estableció que víctima y victimario eran compañeros en las Águilas Negras, que se rearmó para operar en La Pintada, Aguadas, Arma y zonas aledañas.

2. El crimen ocurrió en El Planchón, zona que pertenece a Arma (Aguadas). Eduar Alonso, apodado Pillo en la organización, terminó ajusticiado por orden de cabecillas como la Mona y Samir, al parecer por querer robarles a los dueños de una gasolinera que le pagaban vacuna a la banda.

3. Fue clave en este proceso la declaración que tiempo atrás dio Miguel, otro exparamilitar, que acompañaba al fallecido en el momento en que los atacaron a balazos en El Planchón, sector 500.

4. El atentado iba solo contra Pillo. El testigo alcanzó a dar una entrevista jurada a los investigadores, el 4 de diciembre del 2014, luego murió atropellado por un vehículo en La Pintada, el 1 de julio del 2016, pero su declaración se introdujo como prueba en el juicio. Relató que luego de una reunión mandaron a Pillo a una diligencia, él se ofreció a acompañarlo, pero extrañamente varios le dijeron que era mejor que no lo hiciera.

5. "Simulé que iba a orinar y de una me subí a la moto con Pillo y arrancamos", contó Miguel, en vida. A las 10:30 de la noche de ese 18 de junio, cuando abrieron un broche (puerta de madera y alambre de púas) para pasar, los encendieron a bala. A Pillo lo hirieron, mientras que Miguel alcanzó a correr, se lanzó al río, nadó y se salvó. Posteriormente, le contaron que el atentado era solo para su compañero. El sobreviviente le narró lo ocurrido a la pareja del desaparecido y esta a la vez a Ángela Rosa, madre de la víctima.

6. Días después, a Miguel lo intentaron asesinar, quizá para callarlo. Le pegaron 20 puñaladas, lo lanzaron al río Cauca, amarrado, pero se hizo el muerto, se desató y buscó ayuda médica. Al parecer fue una represalia por contar quién ultimó a Pillo. Denunció su caso, pero luego le tocó retirar la queja a cambio de que lo dejaran tranquilo.

7. La madre del occiso viajó desde Puerto Berrío, donde vivía, con el fin de averiguar por su hijo, pero le mandaron a decir que no buscara más, que estaba muerto. La hicieron salir de La Pintada, con amenazas. Posteriormente denunció la pérdida en Aguadas y en Pereira.

8. "La prueba lo señala a usted como quién disparó o ayudó a disparar. Eso lo hace coautor responsable de ese homicidio agravado por la inferioridad de la víctima, que fue atacada de forma desprevenida y no tuvo oportunidad de decidir si enfrentaba o eludía el ataque. No hay duda del delito, de que hubo disparos y de que se desapareció el cuerpo, así no exista una necropsia. Deberá ser condenado. Una familia lleva años buscando el cuerpo de un asesinado. Independiente de su prontuario y de sus antecedentes, se le privó a los familiares de tener información sobre él, encontrarlo y conocer qué le hicieron", manifestó el juez.

La sentencia fue apelada, por lo tanto no está en firme.

 

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