Desde la zona rural también llegó representación a la marcha.

Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA

Desde la zona rural también llegó representación a la marcha.

LA PATRIA | VILLAMARÍA

El sonido de las discotecas y los restaurantes del barrio La Pradera en Villamaría (Caldas) se combinó, el pasado jueves, con el de la marcha y velatón que arrancó desde el CAI del sector. El propósito era pedir que no cierren el Hospital San Antonio, que atraviesa una crisis financiera.

Por momentos el ruido amplificado, con las arengas que replicaron los asistentes, superó el de la zona. Es que entre los manifestantes se contaron chirimías para amenizar la caminata.

Niños, jóvenes y adultos sostuvieron las pancartas con las que les reclamaron al gobernador, Luis Carlos Velásquez; al director de la Territorial de Salud de Caldas (DTSC), Jorge Rubio, y al presidente del Concejo, Jorge Carmona, que hicieran algo por la institución que beneficia a cerca de 14 mil pobladores.

Con el gerente

Guillermo Alzate, gerente del San Antonio, le dijo a LA PATRIA días antes de la manifestación que, seguramente, por lo que conoce económicamente hablando de la entidad, no tendrá más que hacer que cerrarla.

Él asumió el cargo en abril del 2020 y, a su llegada, encontró un déficit de $1.490 millones, situación dada -aseguró- tras la gerencia de Mónica Liliana Diaz: "Pese a ello, cierro en diciembre de ese año solo con $890 millones de deuda".

Según Alzate, las cosas para el San Antonio siguieron mejorando y, para el 2021, la deuda bajó hasta los $89 millones, esos meses también sirvieron para hacer mejoras estructurales e incorporación de equipos a los distintos servicios.

"En marzo del 2022, el cierre de Medimás nos afectó mucho. El hospital perdió un aproximado de $1.000 millones. Acabando ese año, terminé con un déficit de $330 millones. Lo delicado es que el presupuesto que tengo hoy es el mismo con el que funcionaba la entidad hace ocho años: $3 mil 800 millones", dijo Alzate.

Añadió: "Hoy a mí ese presupuesto no me alcanza para funcionar si no hasta julio. Tendría que ser de siquiera $4 mil 500 millones para yo terminar el año. Eso se lo vengo advirtiendo a la Gobernación de Caldas y a la Territorial desde octubre del 2022", insistió.

Alzate se mostró molesto por la reciente intervención de Rubio en el Concejo. En esta, según él, Rubio dijo que como gerente Alzate no tenía porqué seguir luchando desde lo financiero y que lo instó a funcionar con cinco auxiliares de enfermería y seis médicos; mientras remitía los casos más graves a Manizales.

"Con eso funciona un puesto de salud. Dice que como gerente del Hospital tengo un mal manejo administrativo", advirtió Alzate.

Desde la Alcaldía

Jorge Orbay Marín, alcalde de Villamaría, caminó con la comunidad para pedir por el hospital. Él y sus acompañantes cargaron un mensaje de apoyo desde la Administración municipal.

"Aquí debemos estar todos unidos, porque el Hospital es una institución del pueblo y para el pueblo. Como mandatario tengo que defender una entidad que le presta un servicio a la comunidad".

Cuando se le consultó qué ha hecho desde su despacho para defender las arcas del centro de atención, habló del apoyo económico que le ha dado para diferentes programas y recordó una reciente inyección de recursos.

"Fueron $150 millones lo que se giró, pero a estas alturas de mandato, a este tiempo del año, me queda imposible darle más. Siempre he tenido la voluntad, pero ya tengo el presupuesto comprometido", lamentó entre arengas de otros participantes.

El mandatario negó que la marcha tuviera un tinte político, en un año electoral: "Aquí lo que estamos haciendo es defender el hospital, a la comunidad y a unos habitantes de la zona urbana y rural, que necesitan del servicio", concluyó.

En respuesta

LA PATRIA contactó, desde el pasado martes, a Mónica Liliana Diaz, exgerente del Hospital San Antonio, para conocer su opinión acerca de los señalamientos que ha hecho Alzate sobre su gestión. Sin embargo ayer viernes, al cierre de esta edición, no se había obtenido respuesta.

Jorge Rubio, director de la DTSC, negó que él invitara al San Antonio a funcionar como un puesto de salud: "Él es el representante legal de la institución y eso lo hace responsable de la gestión financiera para darle equilibrio a la institución, eso en apoyo de su junta directiva. Eso no es responsabilidad ni de la Alcaldía ni de la Gobernación de Caldas, ni de la Territorial".

Rubio habló de una reunión conjunta que se tuvo con los administrativos del Hospital; con el gobernador, Velásquez, y con el alcalde de la localidad, en la que se llegó a un acuerdo para beneficiar a la entidad.

"Vamos a hacer un análisis desde la Territorial para entregarle unas recomendaciones de decisiones que él tiene que tomar y vamos a solicitarle una cita al ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, en la que él (Alzate) le presentará una propuesta para acceder a unos recursos destinados para las víctimas del conflicto armado, lo que le generaría unos ingresos adicionales. Sin embargo, la viabilidad financiera de la institución es responsabilidad de él", concluyó Rubio.

Molestos

Fabio Calle, Comité de Lucha de Manizales

"No se debe cerrar porque es una necesidad de la comunidad. Les presta el servicio a Villamaría y sus alrededores. ¿Cuál es el interés de cerrarlo?, ¿le van a aplicar ahora a la gente el paseo de la muerte?. La salud no es una mercancía, es un derecho del pueblo".

Nelly Santa, manifestante

"Si quitan el Hospital, se va a fracturar la salud de todas las personas que lo usan. Esa institución es un derecho que tiene la gente. El cierre es lo más absurdo que yo he oído, esperemos que entiendan que no se puede llegar a eso".

Jhon Jairo Londoño, presidente de Anthoc - Seccional Manizales

"Debemos acompañar todas las marchas en defensa de los hospitales para que el Gobierno nacional se apersone de la salud de los colombianos. Hoy los recursos llegan del Gobierno nacional, del departamental o del local, pero hoy llegan es por voluntad política, para que los hospitales públicos sigan subsistiendo".