La Casa de Campamento, en la vía Panamericana, al paso de la historia

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

La máquina excavadora se movió en el terreno de un lado al otro. El operador elevó el brazo metálico de arrastre y descargó todo su peso sobre las tejas de barro de la casa en esterilla y en bahareque. Dejó al descubierto el blanco de sus paredes y el rojo de sus chambranas, puertas y ventanas.

El inmueble, ubicado en Manizales en un terreno de la vía Panamericana contaba con un largo pasillo y su piso era en tabla. Tres habitaciones, cocina, baño y una tienda en el zaguán le daban vida a la primera planta, mientras que la segunda se componía de tres cuartos y una gran huerta con siembra de chirimoyos, naranjas, mandarinas y guayabitas del Perú.

Cursaba el año 1800 y esta casa, que no conoció más colores que el blanco y el rojo, se destacó por ser la principal estructura del antiguo camino de herradura que comunicaba a Manizales y Villamaría, y que hoy, por lo menos 150 años después, fue demolida debido a las obras de infraestructura vial que realiza el Instituto Nacional de Vías (Invías).

Familia López Cifuentes

El historiador Ramiro Henao conoce bien la zona y recuerda que la casa la habitó la familia López Cifuentes y que por ese camino estrecho se transitaba a lomo de mula o caminando. Cuenta que por allí pasó Jaime Duque Grisales, piloto villamariano de la década de los 40 del siglo pasado.

Otro dato lo entrega Carlos López Campo y con él llega la historia porque sus abuelos, Luis María López y Úrsula Cifuentes, arribaron provenientes de Antioquia para instalarse en esa residencia y criar allí a sus hijos.

“Lo que sabemos nosotros, es decir nietos y bisnietos, es que ellos vivieron ahí desde finales de los años 1800. Se le conocía como la casa de El Campamento, porque así se llama ese gran terreno de mi abuelo que por su extensión se fue vendiendo; incluso en vida, mi padre le compró una parte”, rememora Carlos.

Añade que cuando visitaba esa casa jugaba con sus hermanos, sus primos, montaba a caballo y mantenía en la huerta.

Foto / Darío Augusto Cardona / LA PATRIA

El momento cuando era demolida.

Otra generación

Con el paso de los años, sus abuelos se mudaron con dos de sus hijas para El Hoyo, un sector ubicado, según Carlos, en la carrera 25 con calles 22 y 23. La nueva inquilina de la casa de El Campamento fue la familia de Pedro Elías López Cifuentes, tío de Carlos e hijo de Luis María y Úrsula. Al morir Pedro Elías y su esposa, sus hijos, Gloria Inés y Luis Fernando, residieron en la casa por más de 50 años hasta que llegó la oferta de compra del Invías.

“Nunca tuvo una modificación, el fogón era de leña, pero cuando la demolieron ya contaba con gas. La negociación con el Invías fue fácil, pero el desprenderse de ella no tanto. No sé por cuánto se vendió, pero con mi hermano mayor, Augusto, lo que hicimos fue construirles a mis primos una casa prefabricada en lámina unos metros más arriba”, comenta.

Nueva Casa

De la casa de El Campamento solo queda un pilón que ahora es matera y dos chapas con sus respectivas llaves antiguas en hierro. Desde hace dos meses los primos de Carlos habitan la nueva casa que cuenta con cocina, sala-comedor, baño y dos alcobas.

“Tardamos un mes en hacerla. Mi hermano Augusto fabrica en lámina los cuartos que utilizan en las petroleras para el control de máquinas, así que él aportó el material y yo, el lote, el tiempo y la dirección de la obra”, añade Carlos.

Aunque el espacio es más reducido comparado con el de la casa demolida, lo único cierto es que El Campamento, nombre con el que se le conoce actualmente a la zona, aún cuenta con la presencia de descendientes de Luis María y Úrsula.

Foto / Freddy Arango / LA PATRIA

Las chapas y las llaves hacen parte de los recuerdos que conservan de la casa.

Las obras

El Instituto Nacional de Vías (Invías) construye una doble calzada en el sector La Fuente- Estación Uribe. La obra incluye tres puentes, un mejoramiento vial de 1,6 kilómetros de longitud, la ampliación de dos a cuatro carriles y la conexión con la intersección La Fuente. La calzada mide 7,20 metros de ancho, cada carril 3,60 metros. Se complementa con las obras de San Marcel, intersección del Sena, y por la Uribe con Autopista del Café. Los trabajos comenzaron a mediados del 2017 y la inversión es de $38 mil millones. El objetivo es contar con mayor movilidad, seguridad y mejorar la conexión vial entre Manizales y Villamaría.

Así era el corredor de la casa.