Hever de Jesús Moreno

Foto | Cortesía | LA PATRIA Hever de Jesús Moreno.

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LA PATRIA| MANIZALES

Hever de Jesús Moreno es de Supía, tiene 48 años y es mudo. Sin embargo, esa situación no le impidió cometer un delito. La semana pasada fue condenado por el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio, en primera instancia, a seis años de cárcel, por acceso carnal violento tentado.

Los hechos que le atribuyen son del 23 de enero pasado, al mediodía, en la vereda El Playón, de Riosucio, cuando abordó a un menor, de 9 años, conocido suyo, luego de esperarlo escondido en camino marañoso. La víctima se dirigía a una tienda cercana a comprar una sardina. Lo cogió, lo llevó hasta una obra en construcción, le ofreció $5 mil y usando la fuerza (le amarró las manos) intentó violarlo, pero no logró, pues una familiar del niño escuchó los gritos del menor. Hever de Jesús huyó y los allegados del menor llamaron a la Policía, que luego detuvo al sujeto.

En las audiencias estuvo acompañado de dos intérpretes de Asorcaldas, para garantizar su derecho de defensa y la comprensión del caso, por medio del lenguaje de señas. "Hever se tomó un café, eran como las 10:45 de la mañana. Al rato llegó la tía gritando, diciendo que era un cochino, hacía señas que estaba sin ropa, porque ella tampoco habla bien, entonces se fue a buscar a su niño, encontrándolo detrás de un matorral. Decía que Hever le había ofrecido $5 mil mil y le bajó los pantalones", contó una testigo en juicio.

La madre expresó que cuando salió del hospital con su hijo, familiares del afectado, le dijeron que recibiera unos millones para sacar a Hever de la cárcel, pero les respondió que esto no se solucionaba con plata, "pues él tenía sus mañas".

El Juzgado explicó que los relatos son espontáneos como quiera que, sin ninguna evidencia de preparación se relató en el juicio cómo el acusado ejecutó esa conducta libidinosa contra el menor. "Son consistentes, ya que concuerdan en las circunstancias de tiempo y espacio en que tuvieron lugar los hechos. No existe en su relato ninguna incoherencia".

 

 

 

El defensor apeló, pero no ha sustentado por escrito. Tiene 5 días hábiles. El fallo aún no está ejecutoriado.

 

 

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