
Washington impuso aranceles del 25% al acero y aluminio importados, decisión que en EE.UU. puede afectar al sector de la construcción, además de golpear especialmente a las metalúrgicas de Canadá y en menor medida a las de Brasil o la Unión Europea (UE).
• Respuesta gradual
La Comisión Europea, la institución que gestiona la política comercial común de los Veintisiete, dice que ha “calibrado cuidadosamente” su reacción, que llegará en dos fases mientras sigue buscando una solución negociada con Washington.
En primer lugar, dejará que expire la suspensión que mantenía sobre las contramedidas que ya aprobó en 2018 y 2020 por la tanda inicial de aranceles que la primera Administración de Donald Trump impuso a las importaciones europeas de acero y aluminio.
Se trata de aranceles a productos estadounidenses como las motocicletas, los barcos o el bourbon que Bruselas mantenía suspendidas por haber llegado a un acuerdo con EE.UU.
En segundo lugar, la Comisión propone un nuevo paquete de contramedidas para igualar el alcance económico de los aranceles estadounidenses a importaciones europeas, que cifra en 28.000 millones de euros.
• Apertura a negociar
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha encomendado al titular de Comercio, Maros Sefcovic, proseguir las conversaciones con Estados Unidos para llegar a “soluciones mejores”, en cuyo caso las medidas anunciadas podrán anularse “en cualquier momento”.
Sefcovic recordó ayer que, en su reciente visita a Washington, quedó claro que la UE no es parte del problema mundial del exceso de capacidad de acero y aluminio impulsado por prácticas ajenas al mercado, sino de la solución, lo que hace que los aranceles estadounidenses sean “aún más injustificados”.
Así, la CE ha asegurado que está dispuesta a llevar la vía de las represalias en paralelo a la de la negociación y a la de los litigios.
• Procedimiento
Para que este nuevo paquete de aranceles pueda aplicarse, la CE llevará a cabo desde hoy consultas con las partes interesadas sobre la lista de productos que pueden ser finalmente penalizados.
El 26 de marzo concluirá la consulta y, entonces, la Comisión evaluará las aportaciones recibidas antes de finalizar su proyecto de acto de ejecución y consultar a los Estados miembros, a los que se invitará a refrendar la propuesta (procedimiento de comitología).
A mediados de abril concluirá el proceso de adopción y entrará en vigor el acto legal por el que se impondrán las contramedidas.
• Valor de las medidas
Los aranceles impuestos por EE. UU. en 2018 afectaron a 6.400 millones de exportaciones europeas de acero y aluminio, que suponen 8.000 millones si se tienen en cuenta los flujos y valores de 2024.
En enero de 2020 se aplicaron aranceles adicionales, que afectaron a unos 40 millones de euros de exportaciones de la UE.
Bruselas respondió entonces con medidas de reequilibrio contra diferentes categorías de productos estadounidenses recogidas en dos anexos: el primero afectaba a bienes por valor de 2.800 millones de euros y, el segundo, de 3.600 millones de euros (una respuesta similar de la UE siguió a la segunda serie de aranceles de EE. UU. en 2020).
La primera lista entró en vigor inmediatamente en junio de 2018 y, la segunda, estaba previsto que lo hiciera en junio de 2021, pero antes de esto Washington suspendió todas las medidas hasta el 31 de marzo de 2025.
Ahora, estas listas se aplicarán completamente por primera vez y de forma automática el 1 de abril a productos estadounidenses por valor de 4.500 millones de euros finalmente, teniendo en cuenta el impacto del Brexit y la caída de las importaciones desde 2018.
Por lo que respecta a la nueva lista de productos estadounidenses propuesta por la Comisión a los que imponer aranceles, afecta a bienes por valor de 18.000 millones de euros y está previsto que entre en vigor el 13 de abril.
• Productos estadounidenses
Los productos estadounidenses a los que apunta la UE incluyen una mezcla de industriales (acero y aluminio, textiles, artículos de cuero, electrodomésticos, herramientas domésticas, plásticos y productos de madera) y agrícolas (aves de corral, carne de vacuno, determinados productos del mar, frutos de cáscara, huevos, lácteos, azúcar y hortalizas).
Fuentes comunitarias dejaron claro que la UE no va a “dispararse un tiro en el pie” y que se ha centrado en productos estadounidenses que, de caer su acceso al mercado europeo debido a los nuevos aranceles, pueda reemplazar por otras importaciones con facilidad.
Como ejemplo citaron la soja procedente de Luisiana, cuna del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que puede ser importada a cambio de Brasil o Argentina, o productos provenientes de Estados con senadores republicanos como Alabama, Virginia o Georgia, aunque también se ha apuntado a bienes de territorios demócratas, como California.
Canadá también adopta represalias comerciales contra EE.UU.
El Gobierno canadiense anunció ayer represalias comerciales contra Estados Unidos después de que la Administración del presidente, Donald Trump, pusiera en vigor aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio.
Canadá impondrá a partir de hoy aranceles de un 25% a 29.800 millones de dólares canadienses (20.700 millones de dólares estadounidenses) de productos procedentes de Estados Unidos, anunciaron ayer los ministros de Finanzas, Dominic LeBlanc; Exteriores, Mélanie Joly; e Industria, Francois-Philippe Champagne.
A medianoche del martes, Estados Unidos empezó a aplicar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de todo el mundo, gravámenes que se suman a otros que el Gobierno estadounidense inició la semana pasada a los productos canadienses excluidos del tratado T-MEC.
LeBlanc señaló en una rueda de prensa que las represalias canadienses se aplicarán a 12.600 millones de dólares canadienses de importaciones de acero de Estados Unidos. Los gravámenes de represalia también afectarán a otros 14.200 millones de dólares canadienses de productos como herramientas, ordenadores, equipos deportivos y productos de estampado de hierro.
Los nuevos aranceles se suman a los que Canadá ya está aplicando desde principios de marzo a otros 30.000 millones de dólares canadienses de importaciones estadounidenses, desde bebidas alcohólicas a zumo de naranja o electrodomésticos.
En total, en estos momentos Canadá está gravando con aranceles del 25% cerca de 60.000 millones de dólares canadienses de importaciones estadounidenses.
LeBlanc también dejó claro que el Gobierno canadiense "puede imponer" más aranceles en respuesta a las acciones de la Administración de Trump.
"Nuestro Gobierno seguirá trabajando sin descanso para convencer a la Administración de Trump que abandonen totalmente estos aranceles que son absolutamente injustificados", añadió LeBlanc.
La ministra de Exteriores canadiense, Mélanie Joly, dijo que "esta va a ser una lucha diaria" y advirtió que durante la cumbre de ministros del G7 que se inició ayer en la localidad canadiense de Charlevoix, planteará la guerra comercial en cada conversación que mantenga con el secretario de Estado de Trump, Marco Rubio.
"En todas las reuniones, presentaré el tema de los aranceles para coordinar nuestra respuesta con los europeos y para poner presión a los estadounidenses. Esto es mucho más que economía. Es una cuestión del futuro de nuestro país. La soberanía e identidad canadienses no son negociables", añadió.