SHIRLEY LAU
EFE | LA PATRIA | HONG KONG
Cañones de agua tintada de azul para identificar a los manifestantes, gas lacrimógeno, espray de pimienta, cargas policiales y arrestos fueron los protagonistas ayer en Hong Kong, donde se volvieron a registrar enfrentamientos entre agentes policiales y manifestantes prodemocráticos en una protesta no autorizada.
Por parte de la Policía, el gas lacrimógeno y las pelotas de goma volaron hacia el bando de los manifestantes, algunos de los cuales respondieron con cócteles molotov y ladrillos y quema de barricadas, en un aparente intento por ralentizar el avance de los agentes.
Todo esto previo a la celebración del 70 aniversario del nacimiento de la República Popular China, del que el régimen comunista quiere hacer una gran fiesta y después de enfrentamientos similares en otra protesta autorizada el sábado con motivo del quinto aniversario del fin de la Revolución de los Paraguas, en la que el movimiento prodemocrático también buscaba el sufragio universal.
Los policías efectuaron registros entre las decenas de miles de manifestantes que salieron a la calle vestidos con el tradicional atuendo de color negro del movimiento prodemocrático.
La mayoría de las tiendas en la zona céntrica de Causeway Bay permanecieron con la persiana bajada en previsión de enfrentamientos entre ambos bandos, que han dejado un número indeterminado de personas arrestadas.
Asimismo, manifestantes violentos vandalizaron estaciones de metro (llegaron incluso a lanzar cócteles molotov dentro de la céntrica parada de Wan Chai) y destruyeron carteles de conmemoración del aniversario.
La convocatoria de ayer, ilegal al no contar con aprobación policial, ni siquiera solicitó permiso, ya que los convocantes arguyeron que la no autorización de otras marchas prodemocráticas tampoco había logrado disuadir a la gente de salir a la calle.
Mientras en la China continental se celebrará por todo lo alto el citado aniversario, al que asistirá en Pekín la jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, el Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF, por sus siglas en inglés) ha convocado mítines y una marcha de oposición al autoritarismo del régimen comunista.
No obstante, la Policía no ha autorizado estas manifestaciones alegando motivos de seguridad y orden público, y hoy la justicia hongkonesa se pronunciará sobre la apelación del CHRF, responsable de las marchas más multitudinarias que se han producido en la excolonia británica en los últimos meses.
En cada ocasión que la Policía ha denegado una autorización a las manifestaciones, la gente ha seguido saliendo a la calle de manera espontánea y muchas de estas protestas improvisadas han terminado con enfrentamientos entre los agentes de policía y manifestantes.
Las protestas, que se convirtieron en masivas en junio a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición, se han sucedido durante 100 días en la región administrativa especial y han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que la rigen y una oposición al autoritarismo de Pekín.
Otras ciudades del mundo, entre ellas Taipéi, se sumaron a la protesta contra la tiranía, en el que es el decimoséptimo fin de semana consecutivo de manifestaciones en la excolonia británica. Todo esto en un ambiente tenso en el que mañana, Día Nacional de China, Hong Kong podría registrar nuevos choques entre Policía y manifestantes radicales.
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