Venezuela, sin saber que esperar

GEOVANNY MARTÍNEZ
LA PATRIA | MANIZALES

Tras 107 días de protestas contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hoy el conflicto de poderes se podría agudizar en el vecino país, si la consulta popular convocada por la Asamblea Nacional para que los ciudadanos aprueben o rechacen el proceso constituyente es exitosa.

“Si la apuesta del régimen por la Asamblea Nacional Constituyente tiene éxito, la dificultad de rescatar el orden democrático se multiplicará por mil”, prevé Félix Seijas, docente de la Universidad Central de Venezuela y director de la encuestadora Delphos.

Por esa razón, la oposición intensificó las acciones de desobediencia, que alcanzan, según la Fiscalía, 92 muertos, para detener el proceso constituyente activado por Maduro para elegir el 30 de julio a los redactores de una nueva Carta Magna, que el Legislativo ve como un intento de consolidar la dictadura por parte del oficialismo.

La fórmula para evitar que el Ejecutivo y gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) fortalezca la revolución bolivariana iniciada en 1999 por el fallecido presidente Hugo Chávez es un referendo para preguntar a los ciudadanos
si rechazan o aprueban la elección de la Constituyente.

La fórmula para evitar que el Ejecutivo y gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) fortalezca la revolución bolivariana iniciada en 1999 por el fallecido presidente Hugo Chávez es un referendo para preguntar a los ciudadanos si rechazan o aprueban la elección de la Constituyente.

De hecho, el artículo 71 permite que una consulta sea convocada por varias instancias siendo uno de ellas la Asamblea Nacional.

Esto dice la disposición 71: “Las materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de sus integrantes; o a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral”.

La consulta no es vinculante jurídicamente, aunque constitucionalistas señalan que políticamente tiene un efecto. Realmente es una manera que tiene la oposición de demostrarle al Gobierno que tiene fuerza.

“Este domingo debe servir para establecer un mensaje claro a la comunidad internacional y al bloque de poder, del alto rechazo que tiene en la población el proyecto constituyente que plantea el Gobierno. El objetivo que debe alcanzar es deslegitimar, a nivel de percepción, todo lo que rodea tal propuesta. Además de enviar un mensaje claro también a la Fuerza Armada.”, agrega el docente de la Universidad Central de Venezuela.

El palo en la rueda

Hoy el Gobierno efectuará un simulacro para la votación de la Asamblea Nacional Constituyente. Es un palo en la rueda para que los ciudadanos que reciben asistencia social del Estado no participen en la consulta y también para ver qué tan efectivo es el Carné de la Patria, un documento de identidad electrónico que regula el acceso a alimentos y artículos de primera necesidad adquiridos en los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

Con esa carnetización el oficialismo tiene a los ciudadanos identificados y atemorizados de salir a participar en la consulta, porque de hacerlo, se especula, perderían los beneficios que, además de mercados, incluyen vivienda, educación y subsidios.

“Es posible que se vea poca gente en los centros que habilitará el organismo electoral para el simulacro del oficialismo y muchas colas en los otros puntos de la oposición. Y habrá fila porque la oposición solamente tendrá 2.000 centros a escala nacional”, indica María Mayela Armas, periodista de Crónica Uno.

Ante una posible abstención, el profesor Félix Seijas asegura que si a una marcha acuden miles, a un evento como el de hoy acuden millones, y el Gobierno hará todo lo posible por evitarlo. “Para ello intentará sabotear la logística de preparación para montar el evento, así como también intentará inhibir la participación ciudadana amenazando a empleados públicos, a beneficiarios de misiones y a quienes aspiran a ellas, pero también tratando de investir este día de un aura violenta”.

La periodista de Crónica Uno agrega que puede suceder que en zonas populares al ver gente en los puntos de la oposición, los grupos de choque del Gobierno conocidos como colectivos chavistas salgan a amedrentar.

Para Seijas el número de personas que participen en la consulta no es tan importante como lo es que sea visible durante el día (grandes colas, movimiento, alegría), y esto es lo que tratará de evitar el Gobierno. También es fundamental lo que haga la oposición con lo que ocurra este día, sea lo que sea, el día después y la noche del mismo domingo. Es decir, sí es capaz o no de llenar la expectativa que se ha creado alrededor del referendo.

Si la oposición logra muchos votos en la consulta, eso puede dar pie a un gobierno paralelo. Es un riesgo latente. ¿Cómo se estructurará? Eso estará por verse.

Igual la Asamblea Constituyente se está saltando la Constitución, porque antes de escoger a los miembros de la asamblea, se tenía que haber hecho previamente un referendo en el que se les consultara a los ciudadanos si estaban de acuerdo o no.

Maduro se saltó este paso, porque intenta varias cosas. Además de abrir una válvula de escape a la presión internacional por hacer un evento electoral, busca quitar del camino los factores que le molestan, como la Asamblea, la fiscal y cualquier otro. Además de armar un juego legal a su medida para perpetuarse en el poder, que finalmente, es su objetivo primordial.