Entre oraciones y velas: así viven la fe los comerciantes de la Galería de Manizales

Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA

La combinación de fe, tradición y trabajo convierte a la Galería de Manizales en un lugar donde lo espiritual y lo cotidiano coexisten.

La Galería de Manizales no solo es un centro de comercio tradicional, sino también un espacio donde la fe y la devoción religiosa marcan el inicio de cada jornada laboral. Los comerciantes de distintos pabellones mantienen altares, encienden velas y oran antes de comenzar sus labores

Allí la devoción religiosa es protagonista. Comerciantes comparten sus hábitos de fe, rezos diarios y tradiciones, conozca cómo la espiritualidad se vive entre carnes, frutas y verduras, porque en la Galería la fe no es cuento viejo, es parte del trabajo.

Aunque parezca raro, en plena plaza de mercado de Manizales no solo se oye el grito de “lleve la papa” o “carne fresca, patrón”, también se escucha el murmullo de oraciones. Cada mañana, varios comerciantes prenden sus velones, hacen peticiones y agradecen por el nuevo día. Aquí sus motivaciones.

 

"No me molesta que me vean rezando"

La Galería de Manizales: donde el comercio y la fe caminan de la mano

Álvaro Gil Londoño (Pabellón de carnes)

Yo siento mucha felicidad de que la gente en la Galería sea tan devota, yo trabajo aquí desde hace 30 años y siempre he visto mucha devoción, especialmente por la Virgen María aquí en el pabellón de carnes.

Por eso a primera hora soy el que prende los velones para que la madrecita nos ilumine en el trabajo y nos vaya bien a todos. Y la verdad no me molesta que me vean rezando, porque la gente se va entusiasmando o contagiando cuando lo ven a uno rezando.

Es tan bonita la devoción que a veces llegan extranjeros y toman fotos porque les parece muy bonito que uno tenga a la madre de Dios en el lugar de trabajo. Me gustaría que esto se replicara en otros negocios porque así la gente venera la imagen de la Virgen.

En Semana Santa sacamos el Jueves y Viernes Santo para ir a las procesiones a los barrios, porque cada uno tiene su parroquia a donde le gusta ir.

 

"Mi mamá nos enseñó a todos"

Gloria Vargas (Pabellón de carnes)

Desde muy niña he sido devota, mi mamá nos enseñó a todos a venerar a la Virgen y a todos los santos, por eso cuando yo vengo a trabajar todos los días y veo a la virgencita lo primero que hago es darle gracias por volver acá a trabajar, ya son 18 años trabajando y pidiéndole a la Virgen salud, que cuide a mis hijos, a mi mamá, a mi esposo, mi hogar y nos de salud.

Lo bueno de acá es que los otros comerciantes también son de fe. Mi hermano Raúl Vargas es el que mantiene los velones para todos los santos y las vírgenes, por eso en la mañana cuando la gente llega, viene hasta las vírgenes, rezan, se echan la bendición y cada uno coge para su punto de trabajo. Es decir, empiezan el día con Dios de presente.

Yo también soy del Señor de los milagros de Buga, porque nos ha hecho muchos milagros, como el bienestar de nuestros hijos y que los cuide mientras no estamos al lado de ellos.

La Semana Santa se vive aquí de manera especial el Jueves y Viernes Santos, se cierra al mediodía, se prenden todas las velas y se llenan los altares de velitas. En los otros pabellones también hay mucha devoción por la Virgen, el Divino Niño, el Espíritu Santo y el Señor de los Milagros.

 

"Es lo más bello que tenemos"

Jesús Antonio Toro Noreña (Barba roja - Pabellón de ramas y verduras)

Aquí en este pabellón somos devotos del Niño Jesús, es lo más bello que tenemos en esta Galería de Manizales. Aquí son los hombres los que más le rezan, empezando por mí que miren la belleza de fuente que le mandé a hacer.

Cuando la gente va a iniciar las labores del día, tiene la delicadeza de venir a saludar, se encomiendan, prenden las velitas y empiezan a trabajar. Mi preocupación es esa, mantenerles el altar en excelentes condiciones.

Esta devoción la empezó un hombre muy conocido llamado Pomponio, quien hacía menciones y rifas con un megáfono, cuando se fue haciendo mayor y se enfermó, me encomendó esta labor que realizo con todo amor.

Ya llevo cerca de 25 años atendiendo el lamparario y aunque a veces las monedas no dan para comprar las lamparitas en velas La Luz (700 por $50 mil) ajusto con mucho cariño, porque diario veo la devoción de los compañeros y la clientela.

 

"Es una bendición"

En la Galería de Manizales la religiosidad es tan fuerte como el negocio.

Marleny Gálvez (Baños pabellón de granos)

Desde hace año y medio trabajo en los baños de este pabellón de granos y desde que llegué me encargué del altar de la Virgen, de la que además soy muy devota.

Aunque la imagen ya estaba cuando llegué, me pareció una bendición poder atenderla todos los días y mantenerle el lamparario limpio y organizado para la gente.

Me llama la atención el hecho de que son los hombres los más devotos, es muy lindo verlos que vienen, prenden las velitas, hacen ofrendas y oran con fervor.

Yo estoy desde las 7:00 de la mañana hasta las 4:20 de la tarde y aunque durante todo el día arriman al altar, desde el principio de la jornada les gusta orar, para empezar bien el día, yo soy una de ellas.

 

"Es la herencia que nos dejaron"

Humberto Cárdenas (Pabellón de frutas)

En la Galería de Manizales usted puede encontrar figuras religiosas en todos los pabellones, porque aquí trabaja gente muy fervorosa, que cree mucho en la Virgen y el Señor.

La devoción aquí es de toda la vida, porque es la herencia que nos dejaron nuestros padres.

Aquí en la Semana Santa la gente sí respeta, se hace menos bulla y se toma menos. Claro que son los mayores los que uno ve con más respeto por las cosas de la iglesia.

Aunque aquí en la Galería no se hacen actividades como procesiones y ceremonias, porque esto aquí son solo negocios, sí se vive un espíritu de respeto por la época.

 


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