El manejo de las basuras en el colegio Adolfo Hoyos Ocampo dejó de ser un problema para convertirse en una oportunidad de aprendizaje y cultura ambiental. Gracias a la iniciativa de la docente Leidy Lorena Aguilar Sarmiento, el Proyecto Ambiental Escolar (PRAE) de esta institución se transformó en un ejemplo de compromiso y creatividad para la comunidad educativa.

Todo comenzó, cuenta la profesora, con una necesidad básica: reutilizar los residuos que dejaba la alimentación escolar. Sin recursos suficientes para adquirir canecas adecuadas, los maestros improvisaron con cocos cortados para separar los desechos. Sin embargo, esa limitación despertó una idea: movilizar a los estudiantes para recolectar materiales reciclables y, con lo recaudado, mejorar la infraestructura ambiental del plantel.

Así nació la Reciclatón, una jornada que hoy se realiza cada periodo académico y que involucra a los grados, desde transición hasta undécimo. En alianza con la Asociación Reciclarte, de Chinchiná, los estudiantes llevan al colegio papel, cartón, plástico, metal, pasta, PET y tapas, los cuales son pesados y clasificados. A cambio, los grupos más comprometidos reciben pequeños reconocimientos, generando una sana competencia entre salones y docentes.

La primera jornada, realizada a inicios del año, sorprendió con 300 kilos recolectados. La segunda duplicó la cifra, con 600 kilos, y la tercera en la pasada Semana Cultural que alcanzó 700 kilos. “Ya los estudiantes, los profesores y hasta los padres esperan la siguiente reciclatón. En las casas guardan el material y los niños llegan con bolsas, cajas y maletas llenas de reciclaje. Es emocionante ver cómo se convirtió en una costumbre”, comenta Aguilar.

El entusiasmo llegó a tal punto que los docentes también "compiten" entre sí, aportando desde sus hogares. Incluso, algunos padres de familia colaboran preguntando cuándo será la próxima jornada. Todo ese esfuerzo no solo evita que toneladas de residuos terminen en la basura, sino que además ha permitido reunir fondos para el proyecto: entre $150 mil y $200 mil por jornada, dinero que se destinará a comprar canecas de colores para la correcta separación de los residuos en las aulas.

“Mi meta es que el próximo año podamos tener al menos seis salones con canecas adecuadas y continuar con la segunda fase del PRAE, que incluye la reutilización de residuos dentro del colegio”, explica la docente.

El próximo 20 de noviembre se realizará la Reciclatón final del año, y las expectativas son altas: superar los mil kilos de material reciclado. El Adolfo Hoyos Ocampo, además, es el primer colegio en Manizales que trabaja oficialmente con Reciclarte, una alianza que busca extender esta experiencia a otras instituciones educativas del municipio.

“Esto empezó como una pequeña idea y hoy es un movimiento. Los estudiantes se volvieron multiplicadores en sus casas, con sus vecinos y familiares. Ya no solo reciclan, sino que entienden que cuidar el ambiente es una responsabilidad de todos”, concluye Leidy Lorena. 

Desde la Alcaldía

La Alcaldía de Manizales, por medio de la Secretaría de Cultura y Civismo, con apoyo de dependencias como Medio Ambiente, Movilidad y la Gerencia de la Noche, adelanta un programa para fortalecer la cultura ciudadana y el civismo.

Según la secretaría de Medio Ambiente, Jessica Quiroz, desde su despacho se promueve la campaña “Juega Limpio con Manizales”, que busca enseñar a comerciantes y ciudadanos el manejo adecuado de los residuos y el cumplimiento de los horarios de recolección de Emas.

Las acciones incluyen visitas puerta a puerta, jornadas en establecimientos educativos, asesorías a empresas y capacitación a recicladores con el propósito de mejorar sus condiciones de trabajo y aumentar el aprovechamiento de residuos.

Quiroz destacó que también se reconocen a quienes aplican buenas prácticas, con el fin de motivar a más personas a mantener limpia la ciudad y fortalecer la conciencia ambiental.

¿Hay cultura ciudadana?

Julián Correa

Sí, en un 80%.

José Fernando Ballesteros

Siempre la hemos tenido, nos falta un poco para llegar al 100%, porque no nos hemos podido acostumbrar de que las basuras se sacan el día que pase el carro recolector.

Hugo Hernán Valencia

Es tanto el problema de nosotros como de Emas. Veo gente que saca la basura en las esquinas cuando ya ha pasado el carro recolector, pero en muchos casos el carro recolector no pasa en los horarios que son y eso lleva a que las desordenen los habitantes de calle.

Pedro Nel Alzate

Nos hace falta un poco, vamos a tener una cultura, siempre cuando enseñemos a nuestros hijos qué debemos hacer con las basuras, porque desde ahí inicia todo el trabajo para mejorar los procesos.

Los estudiantes en compañía de los funcionarios de la Asociación Reciclarte.

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