Este viernes (11 de abril) el arzobispo de Manizales, José Miguel Gómez, preside la Misa Crismal con todos los sacerdotes que integran la Arquidiócesis. 

Antes de la eucaristía se dieron cita en la parroquia de San Antonio para luego ir en peregrinación hacia la Catedral Basílica de Manizales. 

Vestidos con túnicas blancas los ministros enviados al pueblo por Cristo ingresaron al templo ubicado en el Centro de Manizales para darle gracias a Dios por el don del sacerdocio y para renovar sus promesas sacerdotales como pobreza, obediencia y castidad.

Según la Arquidiócesis de Manizales, durante esta ceremonia religiosa se consagra el Santo Crisma, que, "es un óleo perfumado con el cual se llevan a cabo algunos signos sacramentales".

En su intervención monseñor Gómez indicó que se bendicen los óleos o aceites que se usarán durante el año como el óleo de los enfermos y el óleo de los catecúmenos (para quienes se preparan al Bautismo). 

Generalmente la Misa Crismal se celebra el Jueves Santo. Sin embargo, puede moverse días previos por razones pastorales como ocurrió en esta oportunidad. 

Aparte de la Misa Crismal, los miembros de la Arquidiócesis también celebran el Jubileo de los Sacerdotes denominado Año Jubilar que se conmemora cada 25 años con motivo del nacimiento de Cristo. 

"En esta fiesta celebramos varios acontecimientos. Todo adquiere luz y gracia (...). Para nosotros lo importante es ser en Cristo que nos ha llamado y en quien tenemos un modelo para imitar. El Jubileo significa alegría y ese camino debe ser dichoso y en el cual nos sintamos amados", expresó monseñor en la parroquia de San Antonio para dar inicio al recorrido.

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