LA PATRIA | MANIZALES 

"Con la aparición de las tarjetas de crédito digitales se han incrementado las estafas porque las personas desconocen las medidas mínimas de seguridad que deben aplicarse a este novedoso sistema de compras. Las estafas van en aumento, pero la gente solo consulta cuando ya no hay nada que hacer", así lo asegura el experto en delitos informáticos de la Sijin, subintendente Nicolás Solarte Piza, quien fue contactado por LA PATRIA para analizar el siguiente caso.

A Mónica Cardona Zapata se le acabó la tranquilidad desde hace un mes, por cuenta de una tarjeta de crédito que solicitó y que sin haber recibido en físico, ya aparece con una compra realizada y aunque ha tocado todas las puertas posibles, la única respuesta que le dan es que tiene que pagar.

"La solicité por internet y me asignaron un cupo de dos millones cuatrocientos mil pesos, tres días después, me avisaron que me la habían aprobado y ese mismo día a las seis de la tarde, me llamaron para que descargara la aplicación y me pidieron la fecha de nacimiento para poder activarla, la dí y todo quedó listo para que en el transcurso de la semana me llegara la tarjeta física".

Pero a cambio de la tarjeta lo que recibió fue una desagradable noticia. "Estaba a la espera de recibir mi tarjeta cuando el miércoles a las 11:30 de la mañana me llegó un mensaje en el que me informaban que a la 9:00 a.m. se había realizado una compra por millón ciento sesenta mil pesos y no me dijeron en qué comercio se había realizado, ni me contestaron por qué se demoraron dos horas para reportar la compra".

Asegura que no le llegó código de verificación y aunque llamó al banco para que rechazará la transacción le dijeron que ya era muy tarde. "Fui al banco y exigí que como dueña de la tarjeta me dieran los datos del lugar donde se hizo la compra (ciudad, dirección), pero todo fue nulo y me salieron con la perla de que ellos no tienen ese tipo de información".

A esta manizaleña le asaltan dudas porque, un mes después nadie le resuelve el caso, por ello hizo las respectivas denuncias ante la Superintendencia Financiera y la Fiscalía. Pero las respuestas que recibió la preocuparon mucho más, porque le dieron a entender que ella era la única culpable de la estafa por no tener cuidado.

"Resulta que en la llamada que me hicieron para activar la tarjeta me pidieron algunos datos que yo entregué, pues ¿quien más iba a saber que yo había solicitado la tarjeta?, solo el banco, por eso lo vi normal".

El baldado de agua aún más fría lo recibió cuando en la Super le contestaron que no había nada qué hacer, porque con los datos que suministró le habían clonado todo y abrió la puerta para que los delincuentes hicieran de las suyas sin restricción.

"Lo que más me intriga es ¿por qué no me dan explicación? ¿Por qué no rechazaron la compra cuando yo lo solicité? ¿Por qué llegó dos horas después el mensaje que había una compra, si eso llega inmediatamente? ¿A qué celular llegó el código de verificación de compra, si al mío no llegó?, no me dan respuesta y según las autoridades ya agoté todas las instancias posibles y ahora solo me queda pagar".

Recientemente logró que la empresa de datafonos Bold le informará que su tarjeta digital fue usada para comprar un televisor en un taller de reparación de electrodomésticos en Bogotá, "eso fue lo único que pude saber".

Después de todas las dudas que le quedaron a Mónica Alexandra, en esta experiencia con su primera tarjeta de crédito digital, la única certeza que tiene es que ya le llegó el primer extracto por $157 mil que deberá pagar el lunes 5 de agosto, es la primera de 12 cuotas.

¿En qué falló para que la robaran?

Para conocer qué pudo haber pasado y cuáles fueron las deficiencias en seguridad Q'HUBO consultó al subintendente Nicolás Solarte Piza, experto en delitos informáticos de la Sijin Caldas, quien luego de hacerle seguimiento al caso de la señora Cardona Zapata, reveló las fallas reales de lo sucedido. Ojo a estas situaciones para que no le pase a usted.

1. La primera recomendación es que las tarjetas de crédito o créditos rotatorios deben solicitarse de manera presencial, para que quede un rastro de la operación. "Cuando este tipo de autorizaciones se hacen en la red se puede encontrar un carding o un phishing que capta toda la información del usuario y a partir de allí los delincuentes pueden realizar el trámite de la tarjeta digital y hacer compras como la que le cobran a la ciudadana".
2. Cuando se habilita una tarjeta o cuenta bancaria en una entidad financiera, se debe exigir que se haga el tratamiento de datos y dejar expreso que no se autoriza compartirlos con ninguna otra entidad. "Si el usuario no lo dice , la entidad no se lo va a preguntar, porque muchas veces ellos cruzan información con otras entidades y su información puede llegar a manos malintencionadas".
3. No se deben autorizar las compras por canales digitales cuando no media la confirmación de seguridad de la entidad financiera. "Lo mejor es que siempre haya una aprobación de por medio o una validación para que haya cierto control y no resulte tan fácil para los delincuentes cometer el delito".
4. El cuarto paso que no puede faltar y que no todo el mundo sabe, tiene que ver con la orden que debe darse al banco para que solo valide compras realizadas desde una dirección IP reconocida. "Los bancos siempre captan la dirección IP de donde se hace la compra y así pueden evitar compras desde una dirección diferente a la del usuario, en ese caso la entidad financiera automáticamente debe generar una alerta".

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