Fotos | LA PATRIA
El padre Julio César Quintero (izq.) y monseñor José Libardo Garcés fueron compañeros en el Seminario Mayor de Manizales.
El sacerdote Julio César Quintero Grisales calificó como “infame e injusta” la decisión del Tribunal Eclesiástico de Manizales, emitida este martes (30 de septiembre), que desestima su denuncia contra monseñor José Libardo Garcés Monsalve, obispo de Cúcuta, por una supuesta estafa cometida a través de su hermano.
El Tribunal aseguró que no existen indicios que vinculen al obispo como responsable o corresponsable de los préstamos de dinero. Según Quintero, esta conclusión no tuvo en cuenta pruebas clave ni le permitió presentar sus alegatos finales.
“Me siento burlado. No me permitieron dar mi versión final, como lo harían hasta con un condenado a muerte. Ellos no me citaron para los alegatos de conclusión”, le dijo el presbítero a LA PATRIA.
Además, criticó el documento divulgado por la Arquidiócesis: “No está ni siquiera firmado. Parece un pasquín. El proceso fue sesgado desde el inicio y terminó favoreciendo al obispo”.
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Acusación del padre Quintero y defensa de monseñor Garcés
La denuncia, radicada en el 2022, afirma que el padre le prestó $1.017 millones al hermano del obispo, bajo la supuesta intermediación y promesas del mismo prelado.
Monseñor Garcés negó cualquier responsabilidad. Aseguró que no tiene deudas con el padre Julio César, ni actuó como fiador ni gestor de préstamos, y cuestionó el proceder del sacerdote como prestamista. Sus palabras fueron publicadas en una nota clarificatoria hace unas semanas. La Diócesis de Cúcuta anunció que no hará nuevos pronunciamientos oficiales al respecto.
El obispo recordó que cuando fue párroco en la Catedral de Manizales acogió a Quintero como un acto de caridad, pero advirtió sobre su “complejidad de personalidad” y mencionó que padece condiciones psiquiátricas por las cuales fue pensionado anticipadamente.
El sacerdote respondió: “Yo tengo documentos, testigos y transferencias. No me retracto. Estoy dispuesto a confrontarlo públicamente, ante cualquier audiencia”.
Aunque el proceso eclesiástico concluyó, Quintero anunció que prepara una demanda penal. “Lo mío se tipifica como una estafa. Estoy dispuesto a defender mi verdad hasta la muerte, si es necesario”, aseguró.
Agradecimiento y tranquilidad del padre Julio ante posibles represalias
El padre Julio César, hoy adscrito a la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Villamaría, expuso que agradece la neutralidad del arzobispo de Manizales, monseñor José Miguel Gómez Rodríguez, quien le permitió llevar el proceso al Tribunal Eclesiástico regional. “Él conmigo ha sido muy neutro. Ha sido respetuoso y por lo menos ha permitido el debido proceso”, comentó.
Por esto, concluyó que no teme ante posibles represalias por sus palabras y se mantuvo firme en su crítica a la decisión del Tribunal: “La verdad todavía no se ha esclarecido y de que para mí son conceptos sesgados y con favoritismo al señor obispo de Cúcuta”.
Las consignaciones, por $1.017 millones
En 18 consignaciones por medio de una empresa de transferencias, LA PATRIA corroboró que el presbítero Julio César Quintero Grisales consignó $9 millones a nombre del obispo caldense José Libardo Garcés Monsalve, quien aseguró estar dispuesto a devolver dicho dinero. La cifra total de pérdidas fue de $1.017 millones, según el denunciante.
Vínculo entre el padre Quintero y monseñor Garcés
El padre Julio César Quintero y monseñor José Libardo Garcés se conocieron en el Seminario Mayor de Manizales y mantuvieron una amistad a lo largo de los años. Los préstamos que refiere el sacerdote datan de un período de cuatro años, entre el 2018 y el 2021, cuando el obispo dirigía la Diócesis de Málaga-Soatá.
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