Un pesebre al que se le mueve cada una de sus partes

LA PATRIA | Manizales

En la sala de un apartamento del Alta Suiza se expone un pesebre que no se ve usualmente. Bernardo Forero dedicó todo el tiempo de cuarentena a crear casi desde cero un pesebre en el que se mueven la mayoría de las figuras que lo componen. Pero todo este trabajo no lo realizó solo, con ayuda de su esposa, María Isabel Pineda, y su hijo, Carlos Arturo Forero. Los tres en familia se repartieron todo este proyecto de acuerdo a sus habilidades: el padre construyó todo el tema de la electrónica que le permite tener movimiento, gracias a que fue instructor del Sena por 28 años de electricidad y electrónica.

Para toda la familia se hizo muy complicado vivir tanto tiempo en un desorden constante, ya que el proyecto inició aproximadamente en marzo. Teniendo en cuenta que en el apartamento no disponen de mucho espacio, por lo que tuvieron que sacrificar su sala entera para poder acomodar toda la estructura.

Carlos Arturo, María Isabel y Bernardo junto al pesebre.

A mediados de noviembre y cuando la navidad se estaba acercando, el desespero empezó sobreponen a dos de los miembros de la familia, pero el dueño de la idea siempre confió en que iban a poder terminar a tiempo. “Bernardo nunca bajó la guardia, él es una persona de la tercera edad que nunca decayó y al final lo pudo terminar, tiene 80 años, pero no se quejó jamás” resalta María Isabel sobre su esposo.

Uno de los aspectos más interesantes es que el pesebre fue construido por módulos. Cada uno tiene su historia diferente, pero todos están conectados. Esto último hace mucho más complicado el funcionamiento porque si se para uno, se debe desbaratar casi media estructura para resolver cualquier sea el problema.