LA PATRIA | MANIZALES

En la recta del Bajo Tablazo de Manizales desde hace varios años se instalaron vendedores informales a vender arroz con leche. Sin embargo, esta semana, como "anticipo de Navidad", les notificaron que debían desalojar la zona por invasión de espacio público.

Un afectado es Jorge Luis Arenas López, quien indicó que desde hace 13 años ubica su puesto ahí. Según él, instaló el primer negocio en el lugar, que en un principio administró su madre. Con el paso del tiempo, señala, llegaron tres puestos más.

"A nosotros nos habían molestado antes, pero nos dieron órdenes de que no hiciéramos nada fijo y de que todo lo que pusiéramos debíamos levantarlo. Siempre acatamos las recomendaciones del Invías en su momento, de la edil y la Secretaría de Medio Ambiente. Pero hace un mes un señor puso un negocio de frutas en la misma recta y empezó a construir una estructura liviana en soldadura, en perfilería. Cuando bajó la corregiduría a decirle que no podía hacer ese tipo de construcción al borde de la vida, hizo caso omiso".

El punto se ha convertido en una zona visitada por varios conductores,

En manos del juez

Agregó que a raíz de ese problema la corregidora le pasó el caso al municipio y por ello entraron a exigir la recuperación del espacio público. "El martes (17 de diciembre) bajó Espacio Público y nos pidió los permisos para estar ahí. No los tenemos porque cuando fui en dos ocasiones a la Oficina de Espacio Público, hace años, me dijeron que esa dependencia no tenía nada que ver con la zona rural. No obstante, nos dijeron que sin permisos no podíamos salir porque de hacerlo teníamos un comparendo y nos levantaban los negocios".

Ante la situación, la Junta de Acción Comunal del Corregimiento Corredor Turístico El Tablazo les contrató un abogado, quien instauró una acción de tutela el pasado miércoles involucrando al municipio de Manizales, a la Oficina de Espacio Público y a la Secretaría de Medio Ambiente.

"En mi caso esta es mi única fuente de ingreso. Nosotros lo que queremos es que nos respeten el derecho al trabajo y que nos dejen ejercer la actividad en ese espacio. No hemos perturbado a nadie ni causado accidentes. Ya no está en manos de espacio público darnos un permiso, sino de un juez que tome la decisión. Si falla en contra de nosotros, serán varias familias afectadas", expresó Arenas López, quien padece artritis romatoidea y sostiene a su familia con la venta de ese dulce gastronómico.

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