Los monos nocturnos (Aotus lemurinus) habitan el Eje Cafetero y están en peligro de extinción. 

Por ese motivo, Manizales fue epicentro el pasado viernes (19 de julio) de un conversatorio que reunió a expertos, organizaciones ambientales y la comunidad para aprender más sobre esta especie.

Hubo participantes de las universidades de Los Andes, de Manizales y de Caldas; asistentes de La Dorada, Bucaramanga, Pereira, Armenia entre otras regiones. 

Allí abordaron sobre su ecología, comportamiento, distribución,  investigaciones en genética y, sobre todo, sus amenazas. Al igual que se hizo un llamado para unir esfuerzos y crear estrategias de conservación. 

El biólogo de la Universidad de Caldas Sebastián Bustamante Manrique, estudiante del doctorado en Ecología y Conservación de la Biodiversidad de la Universidad Estatal de Santa Cruz de Brasil, dio a conocer algunas conclusiones del encuentro. 

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Las redes eléctricas, una amenaza

Una amenaza latente para los monos nocturnos en el Eje Cafetero es la electrocución. “Hay sitios específicos  que se han mapeado que son puntos calientes de electrocución”. 

Enfatizaron en la importancia de comenzar a conectar los bosques a través de corredores biológicos, pasos de fauna. “Utilizar estrategias para que las redes eléctricas no sean un problema para ellos; rodearlas de algunos materiales aislantes para que no se electrocuten”.

Foto | Cortesía Sebastián O. Montilla | LA PATRIA

Alianzas para la conservación 

Se discutió sobre la importancia de integrar más a los entes gubernamentales, de cómo llamarles la atención porque están dejando las sillas vacías en estos encuentros. “Necesitamos más el apoyo de las instituciones del gobierno para apoyar todos estos esfuerzos de conservación”. 

Se buscaba que el conversatorio en Manizales fuera el inicio de para la creación de un plan estratégico para la conservación de esta especie en el Eje Cafetero. Sin embargo, solo hubo presencia de la Corporación Autónoma de Risaralda, faltaron la de Caldas y Quindío. “Eso nos preocupa un poquito, porque ellos son los que deberían estar ahí presentes apoyando estos procesos. Son los entes encargados de lidiar con estos aspectos de la biodiversidad”. 
 

La conexión entre investigación y divulgación 

El crecimiento del estudio en el Eje Cafetero sobre esta especie, que es la zona donde están varios pioneros de investigación en el país, cómo se ha ido evolucionando ese conocimiento y se ha llevado a otros sitios.

Se detectaron falencias en cómo comunicar el conocimiento para que las personas del común, que están fuera del área de la investigación y la labor profesional, entiendan cuál es la importancia del mono, de su relevancia en los bosques. “También mostrar que el hecho de que estén en zonas urbanas, como lo hemos registrado en el Eje Cafetero, no es una garantía para su supervivencia a largo plazo”. 

También se trataron temas relacionados al turismo sostenible, la apropiación social para la conservación del mono nocturno. 

Al final de la jornada realizaron una salida de campo en el bosque de la Universidad de Manizales para observar a los monos.

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Sobre la actividad 

El conversatorio lo apoyaron las universidades de Manizales y de Caldas, el Semillero de Primatología, la revista Eureka, Idea Wild, el Laboratorio de Ecología Aplicada a la Conservación de la Universidad Estatal de Santa Cruz de Brasil, Emas by Veolia, Re:wild y The Rufford Foundation
 

Conozca más sobre el mono nocturno 

Foto | Cortesía Sebastián O. Montilla | LA PATRIA

Nombre científico: Aotus lemurinus

Nombre común: mono nocturno o marteja

Tamaño: 48 centímetros aprox. 

Descripción: es un primate pequeño con cola larga peluda, que no es prensil, es decir que no la utiliza para aferrarse de las ramas de los árboles; de ojos grandes de color grisáseo con rojo y naranja. Su cara es blanquecina, alrededor del cuello es amarillo, y en el cuerpo su pelo es gris. Su nombre viene del latín de aotus que significa sin orejas, esto por el pequeño tamaño de las suyas.

Hábitat: se encuentra en Venezuela, Colombia y Ecuador, en Los Andes, entre los 1.000 y 2.800 msnm aproximadamente. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, está categorizada como una especie vulnerable.

Alimentación: tienen una dieta omnívora. Comen frutos de árboles nativos como el higuerón, el yarumo, el dulumocos, entre otros; pequeños mamíferos como roedores y marsupiales; huevos de aves y lagartos. 

Reproducción: estos primates son monógamos. Se agrupan en tropas conformadas por hasta 6 monos entre padres y crías.

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