El dibujante de la calle Junín de Medellín

Fotos | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA

Las pinturas que realiza en casa las elabora en óleo, acuarela y carboncillo. Los materiales pueden ser lienzo y papel dures. Usa todas las técnicas de la pintura, incluida la espátula.

Diego Armando Usma nació en Barrancabermeja hace 38 años y hoy reside en el barrio Las Brisas de Medellín. Él se siente una persona normal a pesar de su malformación, que consiste en la falta de músculos y huesos de la parte superior de su cuerpo (llamada focomelia). Desde muy niño le gustaba dibujar y hoy tiene la habilidad o el don de poder pintar.

Es el tercer hijo de la familia y aunque esta no vive con él, su núcleo familiar está conformado por una de sus abuelas, su señora madre y sus tres hermanas.

Desarrolla su trabajo generalmente en la calle de Junín, en la capital antioqueña, a unos pasos de edificio Coltejer. Allí, él pone un tapete de goma y sobre él los pliegos de papel, los carboncillos, los lápices, el sacapuntas y las navajas que usa para sacar el polvo del carboncillo utilizado para luego difuminar sus dibujos.

Estudió en el Colegio Instituto Heisenberg de Bogotá. En la capital también estudió Diseño Gráfico y complementó sus estudios de pintura y dibujo en academias y con profesores privados.

Actualmente, Diego Armando vive feliz, dice que todo lo puede hacer por sí mismo y sin tener que valerse de nadie. Para poder vivir cobra por su trabajo: los retratos que hace en 15 minutos a las personas que desean tener un recuerdo.

 

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