LA PATRIA | MANIZALES

El español Antonini de Jiménez, reconocido por su postura en defensa de la tauromaquia, explicó en su visita a Manizales por qué considera que esta práctica va más allá del espectáculo o la tradición. Para él, se trata de una forma de libertad personal, una resistencia frente a lo que define como autoritarismo moderno.

“Yo era antitaurino declarado. Y me hice taurino en Camboya, donde no hay toros. Eso demuestra que el toreo no es una tradición local, es una vía para encontrar libertad. No tiene que ver con matar al toro, sino con enfrentar nuestros propios toros: el dolor, la tristeza, los conflictos personales”, afirmó De Jiménez en la charla, organizada por el círculo taurino de Manizales.

Subrayó que la tauromaquia permite a las personas reconocerse y transformarse: “Uno no puede vivir la vida de otra persona. Para eso hay que saber quién se es. Y cuando uno lo sabe, entonces se puede ser libre”.

Más que economía

Aunque es economista de profesión, De Jiménez dejó claro que no defiende la tauromaquia por su valor económico. “El argumento económico es válido, pero es consecuencia, no causa. El verdadero valor de la tauromaquia está en lo que aporta al carácter, al espíritu de lucha, al temple. Las personas que asisten a una corrida no ven simplemente un espectáculo. Ven un reflejo de sus propias batallas internas”, explicó.

Criticó además a los movimientos y políticas que buscan prohibir estas prácticas, asegurando que detrás de ello hay una intención de debilitar el carácter individual. “Lo que buscan es un ser humano débil, triste, fácil de manipular, que no tenga referentes. Nos quieren vender una idea de felicidad vacía. La tauromaquia es una barrera contra eso”.

Manizales y su identidad

Antonini se refirió a Manizales con respeto y admiración. Para él, la ciudad representa un bastión de la libertad, precisamente por su defensa activa de la tauromaquia. “Lo que hace libre a una ciudad es que defiende sus principios, sus raíces. No critican lo que recibieron, sino que lo adaptan, le dan su propia forma y lo exportan como ejemplo”.

Resaltó incluso pequeños gestos cotidianos, como la cortesía de un café en un hotel, como parte de ese espíritu manizaleño que considera distinto. “Manizales no es un lugar donde se pide permiso para vivir. Aquí la libertad se respira en los detalles”, dijo.

El llamado final

Al cierre del encuentro, De Jiménez llamó a los asistentes a mantenerse firmes: “Moriremos nosotros, pero las futuras generaciones también enfrentarán estos dilemas. Que nos recuerden como los que hicieron bien las cosas. Defiendan lo que los hace ser manizaleños”.

Apoyó además al actual alcalde de la ciudad, Jorge Eduardo Rojas, destacando que su defensa abierta de la tauromaquia es sinónimo de defensa de la libertad. "Si apoya la tauromaquia, apoya al pueblo", concluyó.

Tauromaquia y política en Colombia

La ley que prohíbe las corridas de toros en Colombia ha reavivado el debate nacional. Antonini de Jiménez comparó el caso colombiano con el de México y subrayó que siempre será una práctica minoritaria: “Lo bueno casi siempre es minoritario, pero eso no lo hace prescindible”.

Libertad, identidad y resistencia cultural

Antonini considera que las corridas de toros simbolizan más que una tradición: son una manifestación de libertad frente a modelos sociales que buscan uniformar al ciudadano y eliminar sus raíces culturales. “Sin libertad no hay identidad. Sin identidad no hay futuro”, dijo.

Foto | Cortesía | LA PATRIA

De Jiménez (izquierda) junto a la Escuela Taurina de Manizales visitó la Plaza de Toros de Manizales.

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