EFE | LA PATRIA | Filipinas
Latinoamérica se unió ayer a las manifestaciones de solidaridad expresadas por el papa, la ONU y la mayoría de países del mundo a Filipinas tras el devastador paso del tifón Haiyan, que se calcula puede haber causado unos 10.000 muertos y ante el cual se ha anunciado ayuda humanitaria masiva.
"Esperamos que la cifra de muertos no sea mayor", dijo ayer el director de operaciones de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, John Ging, quien afirmó que "Haiyán" es "el mayor tifón registrado en casi un siglo", por lo que hace falta "una respuesta masiva".
Haiyan, bautizado con el nombre de Yolanda por las autoridades, golpeó el viernes a Filipinas, especialmente la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte (este del país) y hasta el momento se confirman 255 fallecimientos, 71 heridos, 38 desaparecidos y casi 9,7 millones de afectados, pero se estima que el tifón dejó más de 10.000 muertos.
Apoyos
Por eso, varias naciones latinoamericanas y del mundo y organizaciones como la ONU, además del papa y bloques como la Unión Europea, anunciaron ayer ayuda para intentar paliar la grave situación en ese país, que decretó el estado de calamidad.
Liderando las ayudas, la ONU, a través del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), fletará mañana un primer avión cargado con ayuda de emergencia para unas 16.000 familias, que incluye tiendas de campaña, además de mantas, colchonetas, bidones de agua, utensilios de cocina y unas 50.000 linternas solares.
Por su parte, Venezuela manifestó a través de una nota oficial sus "sentimientos de hermandad" en este "triste momento" y reiteró su "acompañamiento permanente" a Filipinas en la construcción de "sólidas relaciones, especialmente en los momentos difíciles como estos".
Mientras en Chile, el canciller Alfredo Moreno anunció que su país enviará ayuda humanitaria y explicó que su embajada está tomando contacto con las autoridades filipinas para ver cuáles son sus necesidades y de qué manera pueden colaborar.
Moreno, además, señaló que han logrado contactar con la mayor parte de chilenos que se encontraban en la zona afectada y "ninguno ha tenido desgracias materiales ni daños personales", enfatizó.
La nación asiática también recibió durante el fin de semana expresiones de solidaridad de Ecuador, Argentina, Brasil y México, a las que se sumaron ayer las de Nicaragua y de Costa Rica, que mostró su "firme esperanza de que los pueblos de Filipinas y Vietnam podrán sobreponerse ante las pérdidas causadas por el devastador tifón".
En el mismo sentido, el presidente dominicano, Danilo Medina, manifestó, en una carta dirigida a su homólogo filipino, Benigno Aquino, que ante el "panorama triste y desolador" enviaba su "sentimiento de profundo pesar en tan angustiosos momentos".
Y en EE.UU., donde el presidente Barack Obama se mostró el domingo "profundamente entristecido" por la tragedia, el gobernador de Florida, Rick Scott, exhortó a la población a ayudar con donaciones a la Cruz Roja, mientras alrededor de 90 marines estadounidenses procedentes de Okinawa (Japón) llegaban ayer a Filipinas para proporcionar ayuda.
Previamente, la Unión Europea (UE) activó su mecanismo de protección civil para coordinar la ayuda humanitaria sobre el terreno afectado, iniciativa que se suma a los 3 millones de euros (unos 4 millones de dólares) que el bloque destinó a la zona.
Donación
Y el papa Francisco, que el domingo pidió rezar por las víctimas y que llegara "ayuda concreta" a los damnificados, también dispuso ayer de una primera donación de 150.000 euros (unos 200.000 dólares), que será distribuida a las iglesias católicas locales.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció un cargamento de medicinas para cubrir las necesidades básicas de 120.000 personas durante un mes y suministros para 400 intervenciones quirúrgicas.
España informó una ayuda de más de un millón de euros (1,34 millones de dólares); mientras Italia donará 1,3 millones de euros (1,7 millones de dólares), entre dinero y artículos como tiendas de campaña, potabilizadoras y medicinas.
La isla de Leyte es la más afectada, con miles de personas que deambulan por las carreteras en busca de comida.
Con la declaración del estado de calamidad, el presidente filipino intenta evitar la especulación y el acaparamiento, así como imponer un control de precios a los bienes de primera necesidad.
Tras arrasar Filipinas, Haiyan prosigue su camino: entró la pasada madrugada por el norte de Vietnam, donde las autoridades evacuaron a unas 600.000 personas, y se adentra debilitado en las provincias del sur de China.
Apareció la colombiana
La Cancillería de Colombia informó ayer que la mujer que había sido dada por desaparecida tras el paso del tifón Haiyan por Filipinas localizó a sus familiares y reportó que se encuentra "estable".
El Ministerio de Relaciones Exteriores divulgó esta buena noticia a través de su cuenta en la red social Twitter: "Familia de Lina Calle, desaparecida en Filipinas, informó a Cancillería que la colombiana se comunicó con ellos y se encuentra estable".
Calle, de 31 años de edad y natural de Pereira, vive desde hace tres con su esposo filipino en Ormec, que es una ciudad de la azotada isla Leyte (este del país)
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