Tras años de lucha murió Camila Abuabara en Medellín

COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ

Sandy Camila Abuabara Franco, la joven que libró una intensa batalla contra una leucemia linfoblástica aguda, falleció en la noche de este martes en la Clínica Las Américas de Medellín, tras sufrir una recaída por una bacteria en su sistema digestivo. 

Así lo confirmó Patricia Franco, madre de la joven, quien le dijo a los medios de comunicación que su fallecimiento se dio sobre las 9:00 de la noche de este martes, tras ingresar a la Unidad de Cuidados Intensivos de la institución médica y presentar un paro cardiorespiratorio. 

La madre de la joven explicó que el último mes había sido muy difícil para la joven, ya que se incrementaron una serie de infecciones que se sumaron a todo lo que ya había tenido. “Los últimos meses fueron muy difíciles, sobre todo los últimos ocho días”, reconoció Franco. 

La salud de la joven se había agravado en los últimos días y su estado era delicado, después de que se le practicara un trasplante de médula ósea, el cual se había informado que tenía un éxito del 99,5% en el injerto del donante, que en este caso había sido su hermano. 

La joven fue intervenida del trasplante el 19 de diciembre del año pasado en la Clínica de Las Américas, donde llevaba cerca de tres meses con fuertes recaídas que no habían permitido su salida de la institución, a pesar de que día a día se guardaban cada vez más esperanzas de su recuperación. 

Después de la operación, la joven tuvo diferentes complicaciones de hígado, pulmón y riñones, entre otros, que la llevaron a la Unidad de Cuidados Intensivos por varios días, hasta este martes, cuando sus familiares confirmaron que la lucha de la joven había terminado. 

Desde la cirugía, el 19 de diciembre de 2014, su cuenta de Twitter, el medio que más utilizó para hacer público su caso, ha hecho eco de los mensajes de apoyo que recibe. Cientos de retuits demostraban que muchas personas permanecían atentas a su evolución. 

El pasado 2 de febrero escribió varios trinos propios. En ellos hablaba sobre el desgaste de su cuerpo y le atribuía las dificultades de su recuperación a la demora por parte de la EPS Sanitas para aprobar el tratamiento. 

Para complementar lo que escribió entonces, afirmó que habían sido varios los factores que habían complicado su situación en cerca de 50 días que llevaba hospitalizada. “Las entradas a la unidad de cuidados intensivos me han debilitado, así como los medicamentos y la cantidad de ciclos de quimioterapia que tuve que recibir. Esto ha hecho que las cosas sean más difíciles.” dijo la joven. 

El mismo personal médico que estaba al frente de su caso, aseguró que en buena medida las complicaciones se deben a la cantidad de líneas de tratamiento que se iniciaron antes del trasplante. 

“Se me presentaron todas las complicaciones que se le pueden presentar a un paciente. Eso cala y no puede quedar así porque las EPS hacen lo que quieren y luego se lavan las manos. Ahora dicen que lo importante es que estoy viva, no, las cosas no son así porque todo tiene consecuencias y es claro que ellos hicieron las cosas mal en su momento”, señaló.

En su última entrevista con el periódico El Colombiano de Medellín, Abuabara, con voz pausada, indicó que el optimismo la seguía acompañando pese a las complicaciones. Habló desde su habitación en la Unidad de Trasplantes de la clínica Las Américas y aseguró que no se arrepientía de haberse sometido a ese procedimiento en Colombia. 

Antecedentes

El caso de Camila Abuabara se conoció en todos los medios de comunicación, después de que ella interpuso una tutela a la EPS Sánitas para que le autorizara un trasplante de médula ósea en Houston, Texas (Estados Unidos). 

Mediante la acción de tutela contra la EPS Sánitas buscaba que se tutelaran los derechos fundamentales a la vida, la salud y a la seguridad social y, según su abogado, Abelardo De La Espriella, estos le fueron vulnerados por la EPS al negarle un tratamiento que le garantizara su existencia. 

En noviembre del año pasado, un juez de control de garantías de Bogotá ordenó a la EPS Sánitas autorizar un trasplante de médula ósea, dado que su enfermedad no respondía a los tratamientos convencionales, por lo que la joven estuvo en el hospital MD Anderson Cancer Center de Houston recibiendo un tratamiento experimental. 

Sin embargo, el alto costo del tratamiento en el extranjero, que rondaba el millón de dólares, llevó a que el país entrará en una polémica, hasta que nuevamente el Juez 28 de control de Garantías de Bogotá le volvió a dar la razón a la joven, pero ordenó que este tratamiento se hiciera en una clínica de Medellín, donde finalmente fue intervenida.