Víctimas de Bojayá piden que el perdón de las Farc no sea de dientes para afuera

El Comité por los Derechos de las Víctimas de Bojayá reveló detalles del acto de reconocimiento en la responsabilidad y petición de perdón de las Farc a esta masacre ocurrida el 2 de mayo del 2002, en la que murieron al menos 79 personas y quedaron al menos 100 heridos. 

Aunque las comunidades víctimas reconocieron el acto como cumplimiento a los compromisos que asumió la guerrilla para la reparación integral, pidieron que se cumpla otras solicitudes que se hicieron en la mesa, en las que aseguran, se deben comprometer todos los responsables en los hechos de victimización. 

El Comité reveló un video en el que la delegación de la guerrilla en cabezada por alias 'Pastor Alape', pidió perdón a las víctimas de este episodio cuando en medio de un combate las Farc lanzaron pipetas hacia la población civil, una de las cuales cayó en la capilla donde se refugiaban centenares de personas. 

Tembloroso y con la voz entre cortada ‘Alape’, quien es miembro de la delegación de las Farc en Cuba, reafirmó el arrepentimiento de ese grupo armado al margen de la ley y aseguró que estos actos no pueden volver a repetirse: “Nosotros también, hemos llorado con respecto y honradez, por la muerte inocente de quienes esperaban misericordia. Por los hombres y mujeres ancianos, y niños que desde hace trece años pesan sobre nuestros hombros, con el dolor desgarrador que les afecta a todos ustedes” dijo Alape. 

En este sentido, aseguró que la guerrilla está comprometida con la intensión que seguir avanzando en el diálogo para evitar que episodios como este vuelvan a repetirse. “En esa dirección hemos desarrollado gestos unilaterales y medidas de desescalamiento para evitar nuevas victimizaciones. Estas acciones confirman que la paz pronto será una realidad”, añadió el miembro de la delegación de las Farc. 

En el acto solemne se hicieron presente más de 700 personas representantes de las víctimas, provenientes de los consejos comunitarios de afrocolombianos y cabildos indígenas de Bojayá, para honrar memoria de aquellas personas. 

No obstante, en un comunicado, las víctimas consideraron que el reconocimiento de la responsabilidad debe ser por parte de todos los actores: por un lado, de los paramilitares por haber tomado a la población civil como escudo humano; y el Estado Colombiano por no haber acudido a las alertas tempranas que se enviaron pidiendo la intervención para prevenir estos hechos. 

De otro lado, asegurando que aún no hay respuesta concreta en alguna de sus exigencias, por ello, solicitaron al Gobierno para que habilite una comisión de alto nivel precedida por el Ministerio de Interior para que se garantice los derechos a las comunidades de esta región. 

Las víctimas piden la identificación de los restos de los cuerpos que quedaron entre el 21 de abril y el 2 de mayo del 2002, así como la construcción de un panteón para sus sepulturas dignas. 

También buscan establecer en el antiguo lugar poblado de Bellavista, donde permanece la capilla en la que se estalló el cilindro, un centro regional de memoria de las víctimas. 

Entre estas condiciones también pretenden que el Gobierno y las Farc sigan dialogando pero con la presencia de una delegación indígena y con un Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano para que escuchen el enfoque diferencial que solicitan estas minorías étnicas de cara al fin del conflicto. 

Finalmente, sobre el castigo que debería asumir la guerrilla por estos actos, el Comité manifestó que más allá de cárcel o máximos punitivos lo que quieren es la resocialización de los desmovilizados y alternativas de justicia que les garantice la verdad y la no repetición de actos tan lamentables como los ocurridos en Bojayá.