En el Día del Idioma
Señor director:
La palabra edifica y construye conciencia individual y tejido social, cuando se utiliza este recurso creando mensajes, planeamientos, razonamientos y formas de expresión con sentido constructivo en un mundo tan caótico, libertino, inequitativo e injusto como el actual.
El lenguaje como vehículo de comunicación, pareciera tener una función que no corresponde a las buenas y refinadas maneras de seres inteligentes en las relaciones interpersonales de cordialidad y respeto. Prevalece la crítica mordaz, denigrante, morbosa y destructiva para descalificar y hacer sentir mal a los demás ubicándonos en el mundo idealista de los omniscientes.
Nos agrada con cierto sadismo pararnos en la atalaya de la sabiduría, y como dueños únicos de la verdad lanzar diatribas de ignorantes, ineptos, incapaces y otros adjetivos a las personas que según los cánones de refinados académicos, no están a nivel de nuestro perfil intelectual.
El lenguaje no debería ser instrumento ni para alabar, ni para ofender. El lenguaje debería ser un instrumento confiable e inequívoco de equilibrio, una herramienta axiológica confiable para medir la prudencia y sensatez de los seres humanos.
Como ejemplo, se habla del lenguaje diplomático como una herramienta política para establecer notas de protesta o diálogos por medio de los cuales se expresan con elegancia las manifestaciones de descontento cuando ocurren incidentes entre los Estados, cuando se requiere tratar temas que aunque tengan un contenido de beligerancia y confrontación, su lenguaje se expresa con cuidado, con vocabulario selectivo, delicado y sobrio, evitando las ofensas.
“Por sus frutos los conoceréis”: Es fácil deducir el nivel de educación de una persona cuando se expresa bien con términos respetuosos o con chabacanería que dice o desdice de su formación y el comportamiento en sus relaciones interpersonales.
“Por la mordida se conoce a la serpiente”: De acuerdo con nuestro lenguaje, es fácil deducir muchos rasgos característicos de nuestra personalidad y formación personal.
“Dime cómo hablas y te diré quién eres”: Cada ser humano tiene un sello de calidad e identificación que revela su forma peculiar y particular de ser y es a través del lenguaje.
Lenguaje de Castilla siempre puro
pebetero de amor y de belleza
es compañero y amigo bien seguro
deshojando palabras con destreza.
Nacen en el corazón y en el cerebro
dulces palabras de amor y de intelecto
palabras con las cuales yo me integro
como idioma integral y no un dialecto.
“Fija, limpia y da esplendor“
es el lema expresivo de la R.A.E.
maestra, conductora y gran mentor
corrigiendo con amor a quien no sabe -
Elceario de J. Arias Aristizábal
Palabra larguísima
La Patria Chica del 21 de abril dice que el vocablo esternocleidomatoideísticamente está reconocido por la Real Academia. No parece posible porque este pretendido adverbio no se deriva de un adjetivo sino del sustantivo esternocleidomastoideo. Los otros términos que el suplemento señala en la columna B se forman a partir de adjetivos y son adverbios de modo; ninguno de esos adverbios registrados tiene como base un sustantivo.
Un profesor
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