Tesoro natural en Manizales
Señor Director:
El entorno de la Universidad Autónoma, incluidas las antiguas instalaciones, los antiguos edificios de la estación del Ferrocarril, los nuevos edificios y las edificaciones en madera que albergaban la Corporación Forestal de Caldas están rodeados de bellos jardines esmeradamente elaborados y conservados, son un tesoro paradisíaco de la ciudad, un tanto desconocido por la mayoría de los manizaleños que bien valdría la pena promocionar como un sitio turístico y ambiental.
El cerramiento por la avenida Santander a través de unas vallas, mal tenidas con murales que han cumplido su vida útil, podría ser un mirador sobre el conjunto del paisaje espectacular que forman los jardines, bosques y edificios emblemáticos, si se cambia el cerramiento por rejas de seguridad que permitan apreciar tanta naturaleza bien tenida y conservada con esmero. También podrían haber visitas guiadas debidamente hechas, que describan tanta historia acumulada sobre el área en razón de su aparición y uso.
En medio del bosque que forma la parte superior (antigua Bavaria) podrían construirse miradores que aumentan el valor paisajístico, que la gente pagaría con gusto por su acceso. Todo esto constituye una joya urbana que el adecuado uso de los edificios de varias épocas y su entorno han preservado. La Sociedad Caldense de Orquideología tendría también allí la oportunidad de reimplantar especies que son del entorno local que enriquecería la visual de todo el conjunto. Los amantes de las aves también tendrían en dicha área oportunidades maravillosas para observación de especies que tienen el bosque como su refugio habitual o de paso.
El lugar es un tesoro escondido de valor ambiental incalculable que la Universidad puede compartir con la ciudadanía; incluidos turistas cultos, muchas personas se alegrarían de poder tener una experiencia de esta naturaleza en pleno corazón de la ciudad.
Benjamín Patiño Toro, arquitecto.