Prosigue el asedio criminal ...
Señor:
Bajo el “inepto, corrupto y perverso remedo de Gobierno que padecemos”, -como dice un agudo comentario del señor Rafael Rodríguez Jaraba-, continúa imparable el proceso de destrucción de todo lo que en Colombia se había logrado a lo largo de centurias, en materia de ética social, de moralidad pública, de respeto a los derechos fundamentales, de educación, de estabilidad económica, de funcionamiento armónico de las ramas del poder, de vivencia de valores cristianos en la vida familiar, de sana controversia de ideas por partidos políticos que abanderaban ideologías diferentes, de capacidad del Estado para someter al imperio de la ley a los infractores, de rechazo, por lo tanto, a todo lo que significara un incentivo para el crimen, de respeto a la vida y honra de los ciudadanos…Todo eso se va desmoronando, en un proceso que nuestro malhadado gobernante describió cínicamente como el “chu, chu, chú” con que se irían cayendo las EPS.
Al amparo y con la connivencia de quienes ilegítimamente nos gobiernan -¡nos desgobiernan!- organismos que en principio deberían ser tutores de la moral, de la ley, del bien, se han convertido en depredadores inicuos de esos valores. Y me refiero, por enésima vez, a la Corte Constitucional. En sentencia T-445 de 2024, la Corte presiona al Ministerio de Salud para que “actualice” sus normas sobre eutanasia, extendiendo ese “derecho” a enfermos no terminales; y exige al Congreso que establezca una ley en el mismo sentido, considerando que, sin dicha ley, todas sus sentencias en favor del asesinato de los enfermos pueden caerse… Ya los deslumbrados integrantes de la Corte habían avanzado hacia ese avieso propósito con la Sentencia C-233 de 2021, que despenalizaba la eutanasia “también para las personas que afrontan una lesión corporal o una enfermedad grave que genere intenso sufrimiento”, y habían asentado en su sitio web que “la eutanasia ya no se limita a enfermos terminales”.
Bueno será recordar, otra vez, la categórica y esplendente doctrina de la Iglesia católica en relación con la eutanasia. Entendemos por eutanasia “una acción o una omisión que, por su naturaleza o en su intención, causa la muerte con el fin de eliminar cualquier dolor” (Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Jura et bona, 5-V-1980).
Mario García Isaza
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