El diálogo en el hogar
Señor director:
Existe una manera efectiva de superar las dificultades y diferencias que puedan surgir en un hogar, el diálogo. Tenemos que hacer el mayor esfuerzo para lograrlo, escuchando a cada uno de los miembros de la familia, empezando por los hijos y procurando obviamente no hacer ninguna imposición; se debe hacer libre de cualquier resentimiento y desprevenido completamente.
Hoy más que nunca es indispensable acudir al diálogo para sanar heridas ocasionadas de manera consciente o inconsciente en cada persona. Los padres tenemos esa obligación, al igual que los hijos estar dispuestos para ello. Mientras haya amor, cariño y afecto todo se puede lograr en aras de mantener y sostener un hogar, una familia, fortaleciendo los valores que a toda costa los tenemos que recuperar para tener una mejor sociedad y poder vivir en paz.
Es preciso también reconocer que cada carácter, óptica de ver las cosas y gustos pertenece a cada ser.
Álvaro Alzate Ussma
Adiós 2024, bienvenido 2025 con yerros y aciertos
Señor director:
No existe gobierno perfecto, ni mucho menos mandatarios con calificación 10. En Colombia crecieron la inseguridad, la extorsión, la corrupción y el narcotráfico; a pesar de las incautaciones de toneladas de cocaína, pero la producción avanzó de manera brutal. Se dispararon las extradiciones, sobre todo a Estados Unidos. El Ejecutivo estuvo de pelea todo el año con el Legislativo y las grandes cortes. Bogotá no progresa en sus obras y la inseguridad campea a sus anchas. El alcalde de Bogotá cumplió su primer año de mandato el 1 de enero y va hasta el 2027. El racionamiento de agua cada nueve días nos tiene locos, todo por falta de prevención en la pasada administración. Amanecerá y veremos... Adiós 2024 bienvenido 2025.
Helena Manrique Romero
Ni tan bienvenida
Señor director:
No había querido tratar el tema, pero obliga por la cantidad de comentarios al respecto. Se trata de señalar que la ciudad no se siente muy orgullosa con un letrero de “Bienvenido a Manizales” que no sé cuál alcalde ubicó en la entrada a nuestra bella capital por la avenida Centenario. Es que viéndolo bien es un armatoste de una elaboración muy rudimentaria y sin las más mínimas calidades de buen diseño, ni arte como muchos lo quisiéramos ver. El ingeniero Rojas podría mirar la “puerta de Alcalá” en España y construir para nosotros algo similar. Creo que nos lo merecemos si deseamos que los visitantes se sientan realmente bienvenidos, porque las puertas siempre estarán abiertas para todos.
Bernardo Molina Marulanda