¿Irrespetado? ¡Respete!
Señor director:
El presidente declaró que se siente irrespetado por el Consejo de Estado. Estamos hasta la coronilla de la egolatría del señor Petro Urrego: todos los días, de manera altisonante, proclama que es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía, que es el director de las relaciones internacionales, que es el que determina el gasto público, que es el único o el máximo intérprete de la voluntad popular y de la Constitución, un emperador. Ataca a las otras ramas del poder, insulta a las cabezas de las instituciones del Estado, proclama ser el guía y vocero de América Latina, el profeta del medio ambiente planetario y de la ecología.
Es verdad que posee una inteligencia superior y que tiene altas miras en beneficio de la humanidad, pero necesitamos un presidente que cumpla el juramento que hizo el 7 de agosto del 2022. “Menos política y más administración” (general Rafael Reyes), menos bilis negra y más moderación y sentido común.
Ciudadano
El Sabio Caldas, “como todo”
Señor director:
Como casi todos los pocos monumentos que hay en Manizales: abandonados. Da lugar a que uno se sienta un poco triste de ver tanta negligencia oficial y tanto descuido por las cosas que son emblemáticas en una ciudad como son las estatuas, los monumentos y las obras artísticas. La figura del Sabio Caldas, que le ha dado por tantos años nombre a un parque central de nuestra capital está ahora en manos de la mugre, el abandono y las palomas, que en número exagerado depositan sobre la estatua todas sus inmundicias. A las palomas, y ustedes me disculparán, las llaman “ratas con alas” debido al perjuicio que ocasionan en todos los pueblos y ciudades.
Retomando el tema, quería decirles que nuestra bella Manizales está muy descuidada en cuanto al ornato se refiere. En el municipio, aparte de las Guardianas de la Ladera, no hay ninguna dependencia que maneje los temas de parques, calles y edificios con el fin de mantenerlos como se requiere. Son cosas que duelen, pero lamentablemente ciertas.
Bernardo Molina Marulanda
Carmenza Duque y Kepa Amuchastegui ascendieron al plano mayor
Carmen Elvira Duque Uribe, más conocida como Carmenza Duque, murió en Miami a los 74 años. Baladista y bolerista famosa en la década de los años setenta. Manizaleña, de una gran belleza y elegancia, también fue actriz en la película El niño y el papa. Fue la única solista que le cantó al papa Juan Pablo II en El Tunal en Bogotá. Su último álbum fue: El secreto de mi voz.
También murió Kepa Amuchastegui Eloizaga a los 84 años, hijo de inmigrantes vascos. Director, dramaturgo y actor. Actuó en: La pezuña del diablo, Garzas al amanecer, Los pecados de Inés de Hinojosa, la Pola, Betty la fea, Un ángel llamado azul, Rojo carmesí, etc.
Dos grandes ascendieron al plano mayor. Los artistas no mueren, trascienden con la luz de las estrellas.
Helena Manrique Romero