Un escrito de Papel Salmón
Señor director:
“Sade o la imaginación sin poder” se titula el artículo del Papel Salmón del 31 de mayo. Al autor se le agradece la buena voluntad y el esfuerzo para ilustrar a los lectores. Quede eso bien claro. Pero hay en el escrito cierto sesgo ideológico. Además, el artículo muestra muchas fallas gramaticales: hubiera sido buena cosa la ayuda de un asesor de redacción.
Lector
Se luce la U. de Manizales
Señor director:
Estuvimos en el moderno auditorio de la Universidad de Manizales como invitados especiales para ver tres cortometrajes que hicieron los estudiantes de Comunicación Social y Periodismo dentro de la cátedra de Audiovisuales y Televisión. Debo confesar que me gustó mucho la muestra cinematográfica porque en ella se siente que hay calidad en el manejo de cámaras, luces, sonido y talento humano, tras revelar que detrás de todo esto hay un excelente equipo docente y unas ganas enormes de entregarle a Manizales y al país un grupo de comunicadores y periodistas con muy buena calidad profesional. Fueron tres cortometrajes los que vimos con un auditorio lleno y una impecable presentación. Para resumir digamos que la Universidad de Manizales está cumpliéndole a la ciudad al poner todo su empeño a la preparación de nuestra juventud y su inquietud de hacerle frente a los procesos de esta era digital.
Bernardo Molina Marulanda
Tenemos un Gobierno que siempre confunde
Señor director:
Estamos sometidos a un Gobierno que confunde. Sobre el poder popular o primario para decidir sobre los programas del Gobierno, la ciudadanía ya votó y eligió a sus representantes en el Congreso y al actual presidente.
En ningún aparte de la Constitución se establece que el presidente puede promover protestas, manifestaciones, movilizaciones, marchas y mucho menos una huelga general, como lo pregonó Gustavo Petro y otros funcionarios, pero después del fracasado paro del 28 y 29 de mayo llegó una declaración del presidente aseverando que él en ningún momento había propuesto una huelga.
Lo que sí establece la Constitución es que el jefe de Estado debe acatar, respetar y hacer cumplir las disposiciones de los órganos legislativos y judicial y por eso, en tiempos pasados, hemos conocido situaciones de presidentes que, ante un fallo contrario a sus intereses, declaraban no estar de acuerdo pero lo aceptaban...
El presidente debe administrar y ejecutar las cuestiones del Estado, dirigir el país, garantizar los derechos y libertades de los colombianos y velar por el orden público. La cuenta de los proyectos de Gustavo Petro que no ha cumplido es muy alta; además, como ejemplo. Es muy poco el tiempo del que dispone la actual Administración; como lo anotó el comentarista Luis Noé Ochoa Galvis en una reciente columna de opinión en El Tiempo, “El país se derrumba y nosotros de rumba”.
Es válida la frase de Fabio Echeverry Correa, cuando ocupó la Presidencia de la Andi, en febrero de 1981: “La economía va bien, pero el país va mal”, claro que en la actualidad “la economía va mal y el país peor”.
Jorge Giraldo Acevedo