La polémica que divide opiniones en La Dorada
Señor director,

La Dorada ha sido escenario de un debate que empezó en columnas y redes sociales, pero que terminó en las conversaciones de esquina, de cafetería y de WhatsApp. Dos viejos conocidos de la política local, Jorge A. Tovar Beltrán y William Oliveros, excandidatos a la Alcaldía y hoy residentes en Bogotá, cruzaron posturas en torno a un tema que toca fibras sensibles: ¿vale más votar por un candidato solo porque es doradense, o por quien tenga mejores méritos, sin importar su lugar de nacimiento?
Todo comenzó con la columna de Tovar publicada en el portal Tintiando, bajo el título “¿Localismo ciego o la elección del mejor?”. Allí, el excandidato cuestionó la idea de que el origen de un candidato sea suficiente para darle el respaldo en las urnas. En sus palabras, apoyar únicamente por el lugar de nacimiento puede convertirse en un “localismo ciego” que deje de lado lo más importante: la preparación, la integridad y la capacidad de liderazgo.
La respuesta no se hizo esperar. William Oliveros, a través de su perfil en Facebook, arremetió contra lo que considera un exceso de “parafernalia” en los argumentos de Tovar. Defendió la importancia de apoyar a quienes son de La Dorada, recordando que líderes como el exministro Mauricio Lizcano han confiado en doradenses para ocupar cargos de representación nacional. Para Oliveros, no se trata solo de méritos individuales, sino del orgullo de ver a alguien de la tierra aspirar a ser congresista.
Ambos coinciden en que La Dorada merece representación, pero sus caminos para lograrlo son distintos.
Tovar insiste en que lo fundamental es que el elegido sea el mejor, venga de donde venga. Oliveros, en cambio, subraya que el municipio necesita un doradense en el Congreso, alguien que entienda de primera mano las necesidades locales y que cuente con respaldo político nacional.
Más allá de las diferencias personales y del tono de la discusión —la columna reflexiva de Tovar frente a la respuesta más emocional de Oliveros—, lo que queda claro es que este debate refleja una pregunta que muchos doradenses se hacen en silencio: ¿nos conviene más apostar por alguien de la tierra, o abrir la puerta a quien tenga la hoja de vida más sólida, aunque no sea del municipio?
Como suele pasar en política, no hay respuestas únicas. Para algunos, lo importante es que el próximo representante tenga la camiseta bien puesta por La Dorada. Para otros, lo esencial es que esté preparado y tenga la capacidad de lograr resultados, sin importar el lugar de donde venga.
Lo cierto es que la discusión está sobre la mesa y, en medio de un clima electoral cada vez más movido, será la ciudadanía doradense la que tendrá la última palabra.
Adolfo Cortés

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