Dialogar para concertar
Señor Director:
He ahí la gran fórmula para que haya armonía y no discrepancias entre los seres humanos, en una sana y saludable convivencia. La fórmula tiene más validez cuando se trata de administrar bienes públicos, que son sagrados y de todos. Hasta no hace mucho estaba vigente el dicho: “El que manda manda, aunque mande mal”. Por fortuna, “se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opinión”, art. 20 de la Constitución Política de 1991.
Haciendo referencia a las obras que se están haciendo en Manizales, mucho se ha dicho y ha causado gran escozor al señor alcalde las reacciones de no pocos ciudadanos por la muerte de muchos árboles debido a la violencia de las herramientas, y de paso alejando aves y demás seres vivos de su hábitat natural.
LA PATRIA, en su editorial del 6 de agosto de 2025, dibujó con tino e imparcialidad la realidad de los acontecimientos que a la letra dicen : “Se tiene ya una ciudadanía quizás más interesada o de pronto más cualificada para opinar y hacerles seguimiento a los proyectos municipales, que es lo que se está percibiendo en relación a iniciativas de obra pública de la Alcaldía de Jorge Eduardo Rojas. Se han visto reacciones en contra de los bulevares en los barrios San Jorge y Chipre ... y del parque de mascotas en el barrio La Enea... Los dos primeros han tenido fuertes críticas en defensa de los árboles y la vegetación por donde pasarán estas intervenciones físicas ... Los sistemas democráticos más genuinos son los que permiten libremente desarrollar un ejercicio ciudadano para participar en el entorno, inclusive en la toma de decisiones ... empezando por plantar árboles y no tumbar los pocos que hay. La Administración Municipal tiene que estar abierta a acoplarse a los cambios sociales y saber interpretar lo que viene de los gobernados. La participación en la ciudad sigue siendo muy escasa .... falta escuchar más a las comunidades para que las obras fluyan”.
La democracia es para todos. Vivo en San Jorge hace más de 25 años, al frente del exparque y no tengo idea de qué es lo que van a construir ahí. Hay que dialogar con las comunidades, interlocutores vivos y no convidados de piedra, nuestros barrios somos nosotros y los sectores donde vivimos son nuestros hogares. No es necesario estigmatizar a los ciudadanos a quienes sí nos duele la ecología, la biodiversidad y el medio ambiente. No somos de izquierda, ni de derecha, somos ciudadanos conscientes con cierto grado de sensibilidad y formación académica que tenemos claro que administrar no es hacer obras sin consultar con las comunidades cuáles son sus necesidades prioritarias. Por ejemplo, nuestra calle 50 está desbaratada, resquebrajada siendo esta una necesidad prioritaria fácil de ejecutar.
Elceario de Jesús Arias Aristizábal